Manuel Estrada Corte es conocido por todos como "Manolo el del Kopa". Tanto significó la cafetería que inauguró en marzo de 1966 frente a la iglesia de Nava que, cincuenta años después, permanecen tan identificados como entonces. Nacía el Kopa café de señoritos pero también de mineros y ferroviarios, de tratantes y ganaderos, de maestros y funcionarios. Era local de distinción cuando "cubalibres" e "irlandeses" se imponían al vino y a la sidra, y el ocio dejaba de ser el paseo hasta la estación. Ha sido una institución obra de este emprendedor nacido en Priandi el 23 de abril de 1937. Casado y sin hijos, Manolo Estrada empezó en el taller de Solvay, en Lieres, donde su padre era vigilante y donde pudo librarse de la mili. Como vecino de La Colegiata, dejó la mina para marcar tendencia con un taller con la representación de Lambreta. Después llegó el éxito con la cafetería y pese a que traspasó en 1982 sigue siendo "Manolo el del Kopa" aunque se haya jubilado en Automáticos Principado.
Manolo Estrada ha sido esta semana galardonado por la Guardia Civil. Entre autoridades y amigos, ha recibido en el cuartel de Nava una distinción "por su colaboración ciudadana en general y con la Guardia Civil en particular". Se ha puesto de manifiesto que goza de la estima general y del respeto de sus vecinos, aunque muchos no compartan sus ideas políticas ni futbolísticas. Porque Manolo, sobrino del histórico socialista Benigno Corte, siempre ha sido de derechas sin complejos, cazador y del Oviedo. Serio, trabajador y exigente a la par, añora los buenos tiempos en el viejo Carlos Tartiere y las cacerías por Peñamayor cuando caminaba y disparaba sin cansarse. Buena persona y solvente, acaba de recibir la más preciada de las recompensas: el aprecio de los demás.
