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Mañanas al sol

El deporte nacional

Creo que todos hemos escuchado desde que éramos niños que la envidia es el deporte nacional de este país.

Hasta que no llegamos a la edad adulta, como en otros muchos temas, no somos conscientes de lo que significan las palabras de "los mayores", porque, inevitablemente, no teníamos la capacidad suficiente de abstracción y comprensión necesarias.

Cuando crecemos, cuando empezamos a aterrizar en el mundo "real", es cuando todas las piezas sueltas empiezan a encajar, y nos damos cuenta de que lo que habíamos escuchado en largas y aburridas sobremesas o en interminables conversaciones de adultos cobra sentido.

En general, la sociedad vive más pendiente de la vida del otro que de la propia, y, evidentemente, eso genera insatisfacción, amargura, baja autoestima, irritabilidad, en resumen, eso genera personas tóxicas, negativas, nunca satisfechas.

Hay colectivos en nuestro país que se atacan por sistema, y, hacerlo parece una terapia aceptada en los códigos subliminales que marcan nuestro día a día. Empresarios, funcionarios, políticos, músicos, escritores... Creo que como todo en la vida hay buenos y malos empresarios, funcionarios, políticos, músicos, escritores... Es decir, detrás de cada profesión o actitud hay personas.

Napoleón decía que "la envidia es una declaración de inferioridad" y es cierto. Esa inferioridad que nos arrastra en España y en Asturias para no reconocer nuestro talento. Hay que empezar a darle vuelta a esa percepción de la realidad, porque tenemos mucho que ofrecer, porque desde el exterior nos valoran más que nosotros mismos, porque hay que empezar a descartar esa idea de que lo de que viene de otros lugares es mejor que lo propio. No hundamos nosotros mismos nuestro barco.

Cambiemos de deporte, nuestras futuras generaciones nos lo agradecerán.

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