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Mieres: demagogia fiscal

Al hilo del artículo de opinión que el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Mieres exponía en este medio, debemos realizar ciertas correcciones que, a nuestro entender, falsean en cierta medida la realidad aparte de cometer intencionadamente mentiras y falsas apariencias que, a modo de rancio victimismo, intentan llevar el agua a su molino.

Y dicho esto, se precisa leer una definición, de las varias que existen sobre el significado de demagogia: permite atraer las decisiones de los demás hacia los intereses propios a partir de la utilización de falacias o mentiras.

También estaría el falso dilema, el despiste, la demonización o el uso intencionado de una serie de datos que vienen a avalar lo que se está exponiendo pero que están fuera de contexto y, por tanto, no muestran la realidad tal y como es.

La desmemoria selectiva del equipo de gobierno de IU llega hasta tal extremo que se olvida de los años en los que ellos mismos compartieron gobierno, llevando áreas tan delicadas y comprometidas como la de Urbanismo. O de las muchas veces que, incluso desde la oposición, llegaron a acuerdos reclamando gastos que ahora califican como derroches.

Ahora se escudan en falsas proposiciones cuando hablan de la obligación de adecuar los precios públicos de la Residencia Valle del Caudal y de la escuela infantil de 0 a 3 años como si algo inexcusable se tratara. Hasta ahora, el precio de esta Residencia estaba por debajo de las que tiene el Principado de Asturias, y nada obligaba al Patronato a subirla, más aún, omiten que esta Residencia tiene superávit e incluso su propuesta inicial de subida, la del equipo de gobierno de IU, estaba por encima de los cien euros.

Tampoco el Principado de Asturias obliga a una subida de precio en la escuela infantil de 0 a 3 años, sino que marca el precio máximo a cobrar, que es el que se ha aplicado en Mieres y que no se puede superar pero si disminuir.

En lo referido a las bonificaciones y exenciones, más de lo mismo, puesto que no plantea ninguna que no existiese con anterioridad. Se puede comprobar leyendo las anteriores ordenanzas públicas que ya se aplicaban desde hace años y pueden llegar hasta el 100 por 100 en algunos casos.

Se olvida también el concejal de Hacienda de algunas de sus anteriores modificaciones, como la brutal subida de los precios de recogida de basura, sobre todo en algunos pueblos donde, además de pagarla más cara se redujeron los días de recogida. O la estrategia de separar los recibos del agua y la basura intentando disimular así el aumento aplicado.

Continúa mintiendo al utilizar, ante la opinión pública, datos sesgados de la realidad cuando se refiere a las palabras del alcalde y sus afirmaciones sobre poner orden en el Ayuntamiento, se olvida de explicar que la cerrazón de Izquierda Unida, durante el mandato anterior ha significado por un lado, el deterioro y la desorganización en los servicios municipales y por otro el aumento de la pérdida económica, que no hubiese ocurrido de haber llegado a un acuerdo con los trabajadores municipales sobre el ahorro que ellos proponían que era de la misma cantidad (superaba el millón de euros) y no nos hubiera colocado en la situación actual con múltiples sentencias contrarias a los intereses municipales al imponer un plan de ajuste de manera unilateral, con el evidente coste económico que está generando.

Si esa es la dirección que el concejal propone, al final de su escrito, como correcta, estamos de acuerdo en que el camino que nos queda por delante para estos cuatro años, con este tipo de gestión, será duro, muy duro para Mieres.

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