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Políticos y "políticos"

El desempeño de cargos públicos y el debate sobre si debería ser una actividad completamente profesional

Afortunadamente hay cualidades en determinados políticos como pasión, sentido de la responsabilidad y mesura que no se pueden discutir ni por sus peores enemigos. En muchas ocasiones es muy difícil, hay que tomar decisiones o dar respuestas que al final pueden gustar o no, pero que son necesarias por el bien público.

Es una necesidad para la sociedad que los políticos dejen de aferrarse a los cargos para atender a su propio provecho y tienen que darse cuenta de que en la política se está de manera temporal y al servicio del interés público, que no vale todo y el tiempo, tarde o temprano, coloca a cada cual en su sitio.

Hay varios tipos de políticos, veamos algunos:

Desde hace años, se encuentra presente entre nuestros políticos, y ya a pocos extraña, la figura del político profesional, aunque parece evidente que "ser político" y "estar en política" son cosas bien distintas, la experiencia de los últimos años demuestra que el nivel de confusión entre ambas ha alcanzado limites insospechadas.

No hace falta ser vidente para detectar que la regeneración política que demanda la sociedad actual, con movimientos como el todavía cercano 15-M, se entiende mal con el mantenimiento de un grupo de personas de dimensiones nada desdeñables, que han convertido la actividad política en su profesión, en un medio de vida, personas que llevan "en esto" veinte o más años y a quienes no se conoce trabajo o carrera distintos de la sistemática ocupación de cargos públicos o puestos electivos de partidos políticos. Los hay en todas las formaciones, de derechas y también de izquierdas. De hecho, no faltan voces que ponen de relieve lo insólito de la situación, muchas de estas personas se llenan la boca hablando de regeneración cuando, de algún modo, ellas mismas han contribuido a crear el estado de cosas que es necesario regenerar.

El político profesional casi nunca está solo en su andadura, en función de su posición en el grupo u organización, se halla rodeado por una corte de fieles, para quienes éste, en buena parte de los casos, es un ejemplo a seguir, de ahí la llamada subsistencia (conservación del puestín), imponga un voto de mansedumbre.

Luego están los buenos políticos o políticos noveles, estos, por razones obvias son menos queridos por las organizaciones políticas y es que simplemente trabajan, trabajan mucho, a menudo como si fueran un trabajador más de cualquier administración, estos son menos interesantes que el profesional para las organizaciones políticas y a todas luces son más vulnerables a los diferentes frentes, también tienen la etiqueta de menos dóciles, aunque la mayoría de las veces son falsas. Estos políticos se marcan objetivos y metas de trabajo. A todas luces son los más demandados por la sociedad, tienen ideas nuevas, renovadoras y frecuentemente muchas ganas de afrontar los nuevos retos de la sociedad, es fundamental en este político que como en una persona cualquiera, que la balanza de su mundo interior se encuentre siempre desequilibrada a favor de lo que denominamos virtudes. Obviamente éste debe poseer unos ideales que sean la base de esa tarea, de ese esfuerzo, que ha de ayudarle siempre a la toma de decisiones en beneficio de la mayoría de la sociedad, pues "nunca llueve a gusto de todos".

Los buenos políticos deben tener integridad para hacer frente a los retos que se les vayan presentando, es decir, no basta con llevar a cabo lo que dicen o prometen, sino también tienen el deber de solventar, satisfactoriamente, los nuevos problemas que se le planteen.

El primer objetivo o misión suprema del buen político, con independencia de la ideología propia de su partido, es lograr una sociedad más justa. Evidentemente el ser consciente de que le falta mucho por hacer y qué puede aportar mucho más de lo que hasta ahora ha aportado es una premisa que siempre debe tener presente el buen gobernante.

La sociedad quiere que sus gobernantes políticos sean veraces y sensatos, positivos y cercanos a ella.

Los ciudadanos ya están cansados de promesas incumplidas y de pocas soluciones, sistemáticamente cada vez que hay elecciones los políticos profesionales desentierran la varita mágica con soluciones mágicas, propuestas mágicas y resultados mágicos, con tanta magia se olvidan a menudo de los intereses de los ciudadanos para mantenerse en su pecera de cristal, alejados de los virus exteriores y protegidos de toda preocupación. Hay diversas situaciones que muestran claramente la talla del político:

Las administraciones en general están pasando por muy malos momentos, para el político bueno es difícil estar al frente de un departamento en el cual no hay ningún tipo de liquidez, o al menos que eso te digan y además hay que dar respuesta al ciudadano, te encuentras entre la espada y la pared, por más que te aconsejen y digan los "políticos profesionales" que nunca están al frente del área en cuestión, inventa, haz política de fuegos artificiales (que con poco parezca que hagas mucho y que suene), hay saber responder a esos retos y buscar soluciones muy difíciles de encontrar, casi siempre es de forma negativa o al menos tiene que esperar un tiempo. Es ahí donde se puede ver las distintas clases de políticos claramente, los hay que son muy osados, que hablan y hablan y con un par de palmaditas en la espalda despachan al ciudadano asintiendo que se lo van a hacer, que no se preocupe, entonces el ciudadano sale requeté contento "Mira que buen/a ye estí/a rapaz/a" aunque después sea muy difícil y la realidad es bastante más dura e ingrata.

La prioridad de los políticos recién elegidos en las urnas para gobernarnos, consiste en hacer que los municipios, regiones y el país en general crezcan en el estado del bienestar y la estabilidad. Ustedes son el rostro de sus pueblos, sus representantes. Y están llamados a mejorar, defender y custodiar la dignidad de sus conciudadanos en la búsqueda constante y exigente del bien común, ese tiene y debe de ser el principal desvelo de la política.

La sociedad política perdura si se plantea, como vocación, "no" como profesión, el interés prioritario de satisfacer las necesidades comunes favoreciendo el crecimiento de todos sus ciudadanos, especialmente de los que están en situación de mayor precariedad, vulnerabilidad o riesgo. La actividad legislativa siempre está basada en la atención a sus ciudadanos.

Como petición, me gustaría fueran ustedes capaces de sentarse a dialogar con aquellas personas que atesoran la sabiduría forjada por los años e intentan de muchas maneras, especialmente a través del voluntariado, compartir sus experiencias y conocimientos. Me gustaría que fueran ustedes capaces de sentarse a dialogar con los jóvenes, que guste o no guste son el futuro, créanme si les digo que a buen seguro tienen la suficiente formación y capacidad para confiar en ellos y buscar soluciones a los problemas, además, estoy seguro que saben afrontar situaciones difíciles con valentía, tesón y esfuerzo. Déjenles paso, denles ese margen de confianza y acompáñenles en esa andadura, pero desde un segundo plano y sin protagonismos. La mayoría de los problemas con los que nos encontramos día a día los ciudadanos, son el fruto del alejamiento de los políticos y sus "asesores", de la realidad.

Todo buen político necesita estar bien informado. Para ello es fundamental el trabajo en grupo y que se rodee de un "adecuado" asesor o asesores, que le ayuden y aconsejen. (Importante en este aspecto que estos no estén influenciados por los obsoletos, caducos, dependientes y supervivientes de los grupos u organizaciones políticas, ni de los políticos profesionales).

Como leí en algún medio de comunicación y además lo certifico por experiencia propia, el buen político debe ser muy consciente de que siempre tendrá que responder ante alguien y de algo. Todos sus actos y sus consecuencias deben ser responsables porque conllevan una gran influencia en la sociedad.

Señores políticos recuerden que un pueblo con sueños e ilusiones puede pasar por muchas encrucijadas, necesidades, tensiones y conflictos, pero logra siempre encontrar los recursos para salir adelante y hacerlo con dignidad, la historia lo demuestra. Trabajen ustedes en ese sentido, sean los promotores de los sueños de sus ciudadanos y dejen de mirar una y otra vez para su propio ombligo.

A duras penas consigo clarificar las ideas porque tras cada afirmación me surge un pero que las matiza e incluso, muchas veces, las contradice. Por eso me siento incomodo en estas fechas ante la avalancha de mentiras vertidas por los políticos a través de los medios de comunicación, cada día me sorprende un político de los que llame profesionales anteriormente para repetirme sistemáticamente un rotundo, "ya está bien", no a los políticos profesionales y a la política de vodevil barato, mi afirmación de la necesidad de la política y de encontrar políticos que lo hagan bien, está cargada de matices, de críticas; en resumen mi mensaje igual es poco eficaz. El ser político es un trabajo duro e ingrato en la mayoría de las ocasiones.

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