Acostumbrados como estamos al rojo, o al azul, desde la perspectiva de las clásicas dos Españas Machadianas en el momento actual nos encontramos con algo un tanto inédito para una buena mayoría de los españoles. Compás de espera , que nadie saben que ocurrirá una vez finalizados los debates de estos días, aunque a estas alturas la cosa parece chunga, pese a la mezcla de última hora entre el rojo y el naranja, aunque sabido es que la política resulta el arte de lo imposible, pero huele a repetición de elecciones, que viendo como está el panorama da la impresión que nada van a solucionar. Impresión muy personal, pero entiendo que bastante compartida.
Como también parece que alguno de los aspirantes, en este caso a renovar, o llegar al poder, están más quemados que la pipa de un jefe indio, atrincherado el uno en su clásica posición numantina dontancrediana, y con la mochila cargada de sus magros resultados electorales, amén del "fuego amigo", el otro, para conformar ambos un gobierno con garantías mínimas.
Nervios a flor de piel por parte de todos los aspirantes, trufados de insultos, postureo, y "besitos", aunque a nivel de calle reine indiferencia casi absoluta, cansados de tanta corrupción a todos los niveles, enchufes y ladronizu, pero sobre todo la constante de mirar hacia el tendido de los que si fueran medio decentes no les importaría levantar las alfombras utilizando lo de "caiga quien caiga", a la par de realizar una catarsis total. Pero no, una y otra vez se van pringando de toda la mierda posible, dilatando soluciones, amparando a los corruptos, obviando lo de hacer borrón y cuenta nueva, que parece lo coherente.
Seguramente debemos de ser el país más rico del planeta, pues mira que llevan años, y años robando todo lo que pinte, y aún no hemos llegado a la ruina total. Aunque si se piensa mejor, ellos no, más bien lo contrario, pero al resto de los españolitos de infantería cada vez nos empujan más a la indigencia total.
