Parecen esas mentirijillas que se pillan primero que a un cojo que no se haya colocado una pierna biónica. De tanto repetirlas te vas acostumbrando a escucharlas, darles un titular y ser consciente de que son imposibles de cumplir. Me refiero a la osadía de los políticos de fijar plazos y fechas para grandes obras. Cada año que ha pasado, el Gobierno y el PP nos han jurado que al siguiente se abriría la variante de Pajares. Y cada vez perjuraban que había dinero presupuestado para superar incluso los problemas técnicos que iban apareciendo. Cada vez la trampa se hacía evidente con el paso del tiempo, pero se volvía a tapar con un nuevo compromiso de titular. Ahora sabemos a ciencia cierta que la variante de Pajares y las obras del AVE de León a Asturias están en fase de suspenso, no por sus malas notas, que también, sino temporal. La mentira del cojo ya no puede correr, ni siquiera para subirse al tren.
