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Por el camino

Vientos de reindustrialización

Iniciativas prometedoras para la implantación de nuevos proyectos empresariales

Si la impresión no se tuerce, todo hace indicar que existen vientos favorables para las zonas mineras de Asturias, por ejemplo la nuestra y la hermana del valle del Nalón. Al menos eso ha recogido LA NUEVA ESPAÑA recientemente desde dos frentes, uno prácticamente confirmado y otro con vistas a planteamientos que, a través del estudio de posibilidades, puede abrir un horizonte con expectativas.

En el primero de los capítulos situamos la buena nueva de que Asla (Asturiana de Laminados), "adquirirá toda la superficie del polígono de Reicastro para su nueva planta", sin que ello suponga menoscabo para sus planes de confirmación y afincamiento asegurado en el concejo de Lena donde ya tiene su inicial factoría. Las previsiones en la zona mierense, entre Ujo y Santullano, por la margen izquierda del río Caudal, señalan que "el nuevo negocio a instalar en el próximo año 2018, estaría relacionado también con cinc". "La empresa lenense pretende levantar la nueva nave en Reicastro, polígono propiedad de Hunosa, y por el que también ha mostrado interés otra empresa". El presidente de Asla, Macario Fernández "espera llegar a un pacto con la hullera pública para comprar la totalidad del área industrial de 77.300 metros cuadrados".

Hasta aquí la noticia que trajo este periódico el pasado sábado y que confirma, casi con seguridad, salvo dificultades de última hora, la impresión de que los malos augurios que venían presidiendo el presente e inmediato futuro de Mieres, han pegado un ligero giro hacia el lado positivo, con la correspondiente satisfacción de la posible creación de empleo. No se trata, ni mucho menos, de una solución total ni tampoco una inyección de envergadura para la crisis de un pueblo que, ha visto, con mirada perpleja, como a la situación crítica general del país, se sumaba el caos particular de este pueblo, con el cierre casi total de sus instalaciones en funciones de la minería de hulla. Pero, ya saben, vale más pájaro en manos que?

Porque, de "ciento volando", viene la segunda cuestión, aunque cabe recibirla con un más que prudente optimismo para no salirnos de madre. Por fin, las partes implicadas, sean de uno o de otro lado, parece que están dispuestas a sentarse, ahora que se acerca el fatídico 2018, para plantearse alternativas serias a la última fase del desmantelamiento minero. Así quedó patente con los comentarios de la presidenta de Hunosa Teresa Mallada, del Consejero de Industria del Principado de Asturias Francisco Blanco y los alcaldes de ambas cuencas. Precisamente este reciente lunes las noticias frescas recogían opiniones de los regidores municipales de todos los concejos implicados en el drama que, con su variado abanico de expresiones, plantean varias salidas, de las cuales considerando personalmente su peso específico, nos atrevemos a recoger tres.

Dice Aníbal Vázquez, alcalde de Mieres que "lo deseable es que haya actividad minera y que sea con los pozos y la plantilla actuales". Sabia conclusión si se tiene en cuenta que el país precisa aún y según los estudios de cara al futuro, unas reservas energéticas basadas en la hulla. Esto recibe un parabién aún ampliado con las manifestaciones de Adrián Barbón, regidor de Laviana, que dice "El futuro debe estar en la producción de carbón y el complemento de otras energías". Todo ello queda reafirmado a través de la opinión de Jesús Álvarez Barbón, máxima autoridad de Morcín cuando afirma "Hay que innovar y Hunosa debe estar en esos frentes, sin olvidar el carbón".

La propuesta: A tono con lo anterior y sopesando seriamente las sentencias del resto de los máximos responsables municipales, se impone el estudio serio y riguroso de aquella salidas que, a modo de otras fuentes energéticas, permita la participación de la empresa pública dentro de unas coordenadas económicas en las que habría de entrar la disposición del gobierno central español. Y en cuanto a la fase turística en base al patrimonio industrial de las cuencas, ese sería otro cantar para un más amplio planteamiento expositivo.

La crítica: Como para asustarse. Dense ustedes una vuelta por la "bonita y galana villa de Mieres", cualquier día de la semana, preferentemente viernes o sábado, por ejemplo a las once de la noche, y descubrirán que para conseguir un aparcamiento sería indispensable encomendarse a los cielos. Así de simple y con la vista puesta en el ojo, pues, al ¡dato!

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