La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ventana indiscreta

Carta a un amigo pensionista

El sistema de pensiones y la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados

Como sabes, día a día nos enfrentamos al precario sueldo de pensionistas que tenemos hombres y mujeres; pero que en un tiempo, ya lejano, pensábamos sería, si no boyante, sí al menos desahogado para nuestras primarias necesidades. Ahora, sin embargo, nos enfrentamos con el hecho de que aquello era un mero deseo, y que actualmente muchas personas no pueden vivir de su pensión. Es terrible, pero es una realidad. Por otra parte, sabes que debido al paro y a los sueldos de miseria de nuestra juventud, muchos de nosotros tenemos que ayudar a los hijos e hijas en su enfrentamiento con la vida.

Es raro que en las conversaciones que tenemos no salga a colación el tema de las pensiones. En ellas nos preguntamos ¿Cómo puede ser posible, que el actual gobierno de Rajoy , no nos tenga en cuenta en la mejora de nuestras vidas, tanto personal como familiarmente? No sólo, no nos tienen en cuenta, sino que nos echan a los pies de los caballos con subidas insultantes y con una prepotencia obscena. La "amistad" y la preocupación que el gobierno de Partido Popular dice tener hacia las personas que vivimos de la jubilación, debería de manifestarse con mayúsculas y no con la grosería que lo hace, impidiendo que podamos compartir siquiera la alegría de vivir una vejez digna y autónoma.

En las charlas que mantenemos, cuando nos vemos en el parque o tomando una cerveza o un café la esperanza, tan recurrente ella, es lo que nos queda, pero cuando uno se ve en la soledad que da la realidad social, esa "esperanza", muchas veces, se traduce en insustancial y pasa a ser mero ejercicio de palabras. No obstante, el compartir, desear, planear, hacer... nos sirve para reconfortarnos y, es posible, que para reparar el daño que nos hacen con su miserable política de pensiones. De alguna manera nos orientamos en la noche de la vejez, juntos y juntas, sin perder el norte de nuestros deseos. Esto, querido amigo, querida amiga, no lo sabe el político de turno; lo ignora una tal Celia Villalobos, patética y cínica, que vive en la necedad de sus opiniones.

Sólo quieren nuestra compañía cuando cicateramente reclaman el voto en las elecciones de turno. Aquí, tengo que recordarte la relación que existe entre ese voto y la política posterior del gobierno; seguro que te acuerdas de las veces que comentamos los miles de votos que desde nuestra posición de jubilados se le está dando al PP, por ello sería bueno tener en cuenta esa relación para las próximas elecciones y recordar que ahora es ese partido, y no sólo él, quien está zancadilleando la mejora de las pensiones. Sí, ya sé, que muchas personas lo tenemos en cuenta; pero, ay, cuántas de ellas jubiladas se olvidan de los agravios. ¡Qué tiempo más hermoso perdemos en manifestarnos y protestar si luego no se traduce en hechos!

Los pensionistas somos algo más que viejos con buen corazón; merecemos algo más que el buen trato emocional, amable y cariñoso; se nos debe algo más que esa paternal consideración con que a veces se nos trata como si fuésemos imbéciles. Todo ese amable trato, que no es patrimonio de " las personas mayores", sino de todo ser humano, tiene que estar ineludiblemente respaldado por el respeto a nuestros criterios y opiniones. En este caso, hacia pensiones dignas y suficientes. No es tan difícil que desde el gobierno actual se entiendan los acordes de la sinfonía que aquí se quiere expresar: "Hechos son amores y no buenas razones". No debemos, los y las pensionistas, ser opacos a los ojos de la política, no es justo. Es, sencillamente, intolerable.

Pues bien, querido amigo, aunque hace tiempo que no nos vemos espero que tus costumbres, alegrías y desencuentros con la vida, al igual que la mía, vayan por buen camino. Un camino que tenemos que reivindicar más justo, más igualitario para nosotros. Pero, no sólo, también para nuestra juventud y como no, si nos da tiempo, para los nietos y nietas que están empujando. Tenemos que ser cómplices todos, en el anhelo de encontrar ese camino. Que sea así. Un abrazo.

Compartir el artículo

stats