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Asociación Mierense de Amigos de la Música

Respuesta de Amigos de la Música

Ante la polémica en la Banda de Música de Mieres

Quiero dejar bien claro, que esta información que a continuación transcribimos, fue totalmente consensuada, analizada y de total conformidad y aprobación, por todos los miembros de la Junta Directiva de AMAM (Asociación Mierense de Amigos de la Música), y que por mi parte, literalmente, transfiero al diario LA NUEVA ESPAÑA. Ante los Artículos aparecidos estos últimos días en el LA NUEVA ESPAÑA, esta Junta Directiva considera que es justo que el pueblo de Mieres, sepa también nuestra versión de los hechos, que trataremos de especificar los más escueto y conciso posible.

Aunque no es nuestro estilo entrar en polémica públicamente, asuntos internos de la Asociación, ya que el cometido para lo que fue creada, hace ahora 25 años, fue para formar una nueva Banda de Música de Mieres y una Escuela de Formación de músicos de aquí de Mieres y que fue conseguido, gracias al tesón y sacrificio de algunos miembros de esta Junta Directiva y de otros que ya han fallecido.

La Banda de Música de Mieres, en este largo camino, estuvo y está funcionando normalmente bajo la batuta de varios directores, sin ningún problema, incluso con el último director D. Antonio Cánovas, que, por ser Profesor del Conservatorio, teníamos que hacer varios malabarismos, incluso rozando la ilegalidad, para que pudiera recibir sus emolumentos y firmarle documentos, que él nos traía para poder hacer sus actuaciones como director, dado sus incompatibilidades, con su puesto de trabajo en el Conservatorio. Así estuvimos durante varios años funcionando.

A este Señor le dimos toda clase de facilidades para que técnicamente hiciese lo que considerase más conveniente para el buen funcionamiento para el desarrollo de la Banda, sin ponerle ningún impedimento, todo ello confiando en su buena voluntad. Pero observamos que, poco a poco, iba introduciendo alumnos suyos del Conservatorio, y descuidando y prácticamente deshaciéndose del plantel de nuestros músicos de Mieres, que conformaban nuestra Banda de Música.

Con sus alumnos, se manejaba más cómodamente, como lo demuestra en la cantidad de ocasiones que nos decía y amenazaba, que si prescindiéramos de él, nos quedaríamos sin Banda.

Esto se fue enquistando y al ver que por nuestra parte, cada vez éramos más reacios a seguir con estos trámites, no muy legales, orquestaron un burdo asalto para hacerse con la Asociación. Y no vieron mejor manera que intentar hacer a su grupo de músicos afines en bloque, unos días antes de la fecha en que iba celebrarse la Asamblea Ordinaria de socios anual, y presentarse allí con todos ellos y parte de sus padres, para al ser mayoría, solicitar un cambio de directiva. (Lo que normalmente se considera un golpe de estado).

Como es lógico no seguimos su juego y les hicimos saber, que en el "Orden del Día" de esta asamblea no figuraba para nada, "elecciones". Primero, porque no correspondían y segundo, porque esta sociedad, la conforman muchos más socios de Mieres, con tanto ó más derecho a opinar y que no habían sido informados de tales "elecciones". Les dijimos que se harían en su día, cuando correspondan por Ley. Así que levantamos la sesión y dimos la asamblea por cerrada. Ellos se quedaron allí en el salón de la junta y maquinaron a su antojo y formaron su propia Junta Directiva, que a continuación pusieron en el tablón de anuncios de la Escuela de Música. Posteriormente, llevaron al concejal de Cultura de nuestro Ayuntamiento todas sus teorías y manipulaciones, expresadas a su manera, totalmente ilegales, pero debieron de salir muy a gusto con el proceso, porque a partir de ahí, empezaron a maquinar todo este calvario de acoso y derribo totalmente ilegal, sin ninguna justificación clara y concisa, que justifique dicha situación, salvo el ansia imperiosa de hacerse con el control, tanto en lo musical, como de la Asociación AMAM.

Estos son una parte de los motivos que nos obligaron a tener que prescindir de los servicios del exdirector D. Antonio Cánovas y contratar al nuevo director, D. Pablo Camblor y a la contratación de nuevos refuerzos de músicos en previsión de que pudieran marchar su grupo de músicos afines.

El colmo de la sinrazón se produjo en la actuación que tuvimos el último domingo de Mayo en Santa Marina, concretamente, en el acto que celebraba la Asociación de Vecinos todos los años para agasajar a sus socios de mayor edad.

Esta Junta Directiva quiere manifestar que sentimos verdadera vergüenza, que cosas tan absurdas se produzcan, por el único motivo de uso profesional y personal del anterior director el señor Cánovas. No entendemos que, siendo tan bueno, deberían de sobrarle sitios donde ir con su grupo de 60 músicos, como dice él, aunque tenemos que matizar, que estos 60 músicos solo los traía cuando la actuación es en la Casa de Cultura o sitios donde él se pueda lucir, para otras actuaciones valían los normalmente 20 a 30 músicos, sin tener que crear estas situaciones de pataleo desesperado de patio de colegio. Ya está bien señor Cánovas, no se preocupe tanto por Mieres, que hace 25 años ya se formó la Banda de Mieres y no estaba usted. y sigue y seguirá sin usted... muchas gracias por los servicios prestados "mutuamente". Hay que dejar paso a nuevas personas que también tienen derecho a dirigir, no piense que con usted se acabó la música en Mieres.

No queremos dejar de aprovechar desde aquí, para pedir perdón, en nuestro nombre y en el de los músicos que nos representan actualmente y estuvieron en todo momento a la altura del acto para el que fuimos invitados, al igual que al pueblo de Mieres, que tuvo que soportar estos artículos en la prensa cuando son de régimen interior, que deberían llevarse por los cauces normales, como siempre se hizo.

Para resumir, somos conscientes de dos errores cometidos por esta junta directiva.

El primero, haber dado carta blanca a este señor para que hiciese a su antojo todo lo que profesionalmente quisiese con el beneplácito de esta directiva, que solo se dedicó durante todo este tiempo a labores meramente administrativas. Nunca se le puso ninguna traba en su trabajo, medró, creció, y aprendió de esta.

Cuando consideró que era el non plus ultra y que era indispensable se dirigió a la directiva, tres meses antes de destapar la caja de los truenos, para que sus emolumentos, error número dos, fuesen satisfechos en regla y no como había sido habitual anteriormente, en B, C, y talones al portador etc., cosa solicitada por él.

Ésta es nuestra versión de los hechos que dejamos en manos del pueblo de Mieres para que los juzgue como mejor considere.

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