Y en eso llegó Jony, sin esperar al día del Carmen en su Cangas del Narcea natal, y empezó a descargar. Cogió su fusil dialéctico, empezó a hablar no muy bien, directamente mal, de su empleador anterior: Sporting de Gijón. Poniendo el acento, el punto de mira, en Nico Rodríguez, director deportivo, y disparando de paso al recién estrenado Presidente, Javier Fernández. Aquí no hay 100 días de tregua para ejercer como primer responsable rojiblanco. Tampoco 100 partidos más para que Nico busque oro por esos campos de Dios. Por cierto ese número de encuentros, esa cifra de ojeo, dividida entre los meses de competición y pretemporada da una media de dos partidos y medio a la semana. No tendrá registro en el libro de récords laborales de un director de fútbol.
Alguien miente, o cuenta una verdad a medias, mentir al fin y al cabo. Como no está el señor Juez de Guardia para llamar a un careo, a ambos protagonistas, en busca de quién tiene razón en este episodio ¿qué tal si ambos se someten a un polígrafo? al fin y al cabo, el fútbol, algunas tertulias radiotelevisadas están incluidas en el género del reality; es más el puro análisis de los hechos, es un verdadero incordio, sobra.
Dice Jony: "A mí lo que me molestó es que se me tachara de pesetero o mercenario. Siempre lo di todo por el Sporting. Intenté seguir en este club, hasta el final, aunque era uno de los peores pagados de la plantilla" Ahí queda esa descarga, ese estruendo.
Hoy es el día, 30 de junio. última estación para algunos futbolistas que están pendientes de quien les espera al bajarse en el andén. Es posible que su activo representante no encuentre trabajo para la próxima temporada. El mercado está parado, tendrá que espabilar en los dos próximos meses. Es un riesgo esperar a última hora, jugar con fuego y quemar los primeros meses de competición mientras el dueño toca la lira ¿lo soportarán los palcos cercanos?
No volverán las golondrinas a anidar aquellos sueldos de 5.000 y hasta 12.000 euros mensuales, como lo leen, que se llegaban a pagar antes del "ladrillazo" en Segunda B. Una oferta de sueldo de 3.000 euros era un desaire.
Tiene mérito Pedro Menéndez, presidente, director deportivo del Lealtad de Villaviciosa, tareas que hace compatibles con su trabajo como empleado municipal que en una de esas se planta en La Liga 2, como un Llagostera cualquiera. Ahora apuesta por un veterano, Roberto Aguirre, que está doblemente de vuelta: de la Segunda B y de regreso a Asturias después de haber estado de pie en la zona técnica -usa poco el banquillo- de equipos de lo más variopinto de la categoría.
El Caudal de Mieres de Roberto Ardura cumplió su objetivo. Una de las habilidades del Presidente, es saber prescindir de los fallidos y volver al inicio, como un emprendedor americano cualquiera: se equivoca, rectifica así hasta el ascenso final. Iván Ania no es un lujo para el Caudal Deportivo, es una oportunidad para equipo, afición y entrenador para asomar la cabeza en la próxima temporada mientras los filiales del Sporting y Real Oviedo penan sus errores en una competida Tercera.
