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Fondo Norte

El admirable mensaje de Nacho Cases

La clave de la penúltima permanencia lanza un canto a la esperanza, bien recibido en los malos tiempos

Es admirable la postura que ha expuesto en público el centrocampista Nacho Cases, capitán cuando no lo adelanta por la derecha algún colega, al parecer, más veterano. En el actual desierto rojiblanco, que un futbolista clave en la penúltima permanencia, como bien recordarán los buenos aficionados o los simplemente curiosos por el quehacer sportinguista, realice declaraciones como las frases pronunciadas hace días, antes de la convulsión reciente en el seno rojiblanco, es de agradecer. "No me vais a ver triste, ni con los brazos abajo; hoy más que nunca, la cabeza arriba y el orgullo para sacar esto adelante". Un canto a la esperanza de un jugador que tiene que recuperar el protagonismo perdido en los últimos tiempos. Nacho Cases es la gran esperanza rojiblanca porque es de los pocos jugadores que saben mover el balón con sentido y que tienen capacidad para llevar al equipo adelante. "Hoy más que nunca, la cabeza arriba y el orgullo para sacar esto adelante". Política que han de seguir todos los miembros de la plantilla. Ninguno puede andar escondiéndose detrás de un entrenador que se ha ido y del entrenador que acaba de llegar y que debutará mañana en el Villamarín. Los futbolistas son especialistas en esconderse detrás del primer biombo que encuentran en los caminos llenos de dificultades, como está siendo el actual de este Sporting.

En tiempos tan complicados como los actuales, es gratificante sintonizar el canal historia para comprobar que hay cosas que están muy vistas o como diría el inolvidable Víctor Menéndez, "esa película ya la vi yo". Viene esto a cuenta del papel de los porteros en la salvación de los equipos. Los dos goles últimos del Eibar reviven el recuerdo de Esperante, un portero argentino fichado por el Sporting a mediados de los setenta. Fue la época en la que las directivas rojiblancas se enamoraban del primer argentino que aparecía por El Molinón, Mareo aún no existía. Fue el caso de Esperante, que llegó bien acompañado de agentes y hasta de un cocinero propio. "Los engañaron", confesó en seguida el inolvidable Tati Valdés. "Les dijeron que le tiraran desde fuera del área porque no estaba en forma; todo el mundo sabe que un portero de Primera tiene que parar cualquier balón que le llegue desde fuera del área", sentenció el espléndido centrocampista. Esperante fichó porque le tiraron desde fuera del área. No tardó en debutar, ante la Cultural Leonesa, en un partido del torneo de reservas. Le marcaron dos goles por debajo de la tripa. El escándalo que originó en las gradas fue de órdago. Una monumental pañolada cerró el debut de aquel portero que, según Enzo Ferrero Águila (todos en pie), quería imitar al Loco Gatti. Aquella sí que era presión de las gradas, y no la de ahora. Pues bien, a ver si alguno toma nota de la anécdota y se convence de que los balones desde fuera del área hay que pararlos. Que se lo digan a Keylor Navas, cuestionado por el segundo gol del Sevilla.

Si pregunto, ¿molesto?: ¿es consciente Esuperio que este Rachid que interesa al Tenerife es el mismo que iba a hacerse con el puesto en el Sporting para quince años? Pues eso. Próxima parada, Cruz Roja.

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