En los tiempos en los que aún estaban calientes los cuerpos de los últimos ejecutados por el franquismo y "Martínez el facha" y compañía aún mandaban algo, a Paco de Lucía se le ocurrió soltar en una entrevista para indignación de la gente de orden que a la hora de tocar la guitarra "la izquierda es la que busca, la inteligente, y la derecha la que ejecuta".
Algo parecido le ocurre al nuevo Sporting -nuevo tras el cambio de cromos en el mercado invernal- de Baraja. Visto lo ocurrido en El Molinón ante el Numancia parece que la izquierda rojiblanca es la que va a mandar en el juego ofensivo del Sporting. Jony se muestra empeñado en desmentir eso de que nunca segundas partes fueron buenas y en convertirse en ese tipo de futbolista -ahí está el caso de Aspas en el Celta- que sólo rinde en el equipo de su pueblo. Y de paso, hacer mejor a los que están a su lado, como puede ser el caso de Roberto Canella, su compañero de banda.
Como la mano izquierda de Paco de Lucía, el de Cangas del Narcea busca y es inteligente. y encima ejecuta y da posibilidades al resto para matar (futbolísticamente) al portero rival. Ahora el problema del Sporting está en la derecha. Hace muchas jornadas que la diestra rojiblanca está, como Chuck Norris, desaparecida en combate, aunque fuera Calavera -de regreso a la titularidad tras su lesión- el que abriera la lata ante los sorianos. Y es que el diez, Carmona, no anda fino. Hace semanas que el carmonismo y el Sporting esperan por él después de un buen arranque de temporada que comenzó a torcerse -cierto es que al igual que a todo el equipo- tras inaugurar el marcador en el derbi en El Molinón. Ha pasado toda una vuelta y Carmona no ejecuta. No anda fino el balear. Y eso que ante el Numancia tuvo ocasión para mojar. Pero poco más. En Oviedo fue una sombra y últimamente en muchos momentos de los partidos sólo queda constancia de su presencia cuando corre hacia la esquina para sacar los córneres.
En la previa del partido ante el Numancia se barruntaba que el diez iba a ser uno de los sacrificados ante el altar del sportinguismo más militante, sediento de sangre tras la pifia en el Tartiere y la elevación a mito del oviedismo del lateral izquierdo de los de Anquela. El condenado por lo de Oviedo -y puede que por lo visto a cadena perpetua no revisable- fue Carlos Castro.
Pero Baraja mantiene la confianza en que Carmona vuelva a ser el jugador que se quedó tras el descenso para liderar el retorno por la vía rápida a Primera. Aunque si Jony sigue por la línea del sábado está claro -como ya tiene buena parte de la afición- quién va a ser el líder de la intentona del Sporting de recuperar el terreno perdido para optar a la lucha por el ascenso. La hinchada confía en que el extremo busque y sea inteligente y que Carmona vuelva a ejecutar.
