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El secuestro de Moriyón

El interés del equipo de gobierno municipal por ocultar todo lo que tiene que ver con la memoria histórica en Gijón

La tarde del miércoles, festividad de la Virgen María del Santísimo Rosario, que con Santamaría, bailarina y vicepresidenta, son de las pocas santamarías no "enmedalladas" por el Sr. Fernández, pío ministro de Interior, pude asistir en una de las salas del Viejo Instituto Polivalente -que fue Instituto Asturiano, Cuartel francés, Cuartel de la Guardia de Asalto, Sede del Tribunal de la (Justa y Bendita) Represión Nacional- a una charla organizada por la Asociación Lázaro Cárdenas, refugio de la antigua concejalía de Memoria Social, que Jesús Montes Estrada, antiguo Tercer Teniente de Alcalde, puso en pie para que no todo se perdiera y Gijón quedara sin Memoria Social, aunque para el 2011, en que salieran los folletos "Xixón1936-1937, Un Recorrido por el Xixón de la guerra civil", sobre el Gijón libre pesaban las recientes elecciones locales que, por primera vez desde 1979, dejaban a Gigia en manos de las derechas "pardinas", -como las lentejas-, cuyo programa y ambición no era otro que levantar un muro para dividir en dos la historia de la vida democrática de Gigia, "cuando gobernaban los socialistas", todo cutre y bajo sospecha; y a la otra mano, lo que iba ser eterno cara al sol del gobierno de las derechas, todo limpio, diáfano, botánico? y de primera comunión.

Al lado "cutre" de nuestra historia, dejaban las "lentejas" 32 años democráticos, durante los cuales la izquierda resurgida tras la muerte del Dictador, -que tantas repartió con tantos gusanos-, logró que el Gijón del chabolismo y del crecimiento desordenado; del destrozo definitivo del espacio del muro de San Lorenzo; el de las calles que iban construyéndose con la novedad de las "diferentes" alturas, gracias a la generosa posibilidad reservada a los empresarios del sector, por supuesto "afectos" de "elevar y elevar" sus construcciones a su antojo a cambio de pequeñas multas; el de los barrios que eran "barrizales" a escasos trescientos metros de la Plaza del 6 de Agosto; el de Cimadevilla, escaparate del abandono y suciedad en que había caído la "falda" de Santa Catalina, detuviera su deriva y volviera a la senda del orden urbanístico con la extinción del chabolismo, y el reequilibrio social con la dignificación de la escuela pública, la multiplicación de ambulatorios de la Seguridad Social y los centros municipales de barrio.

Fueron las izquierdas de la villa las que lograron tantas cosas, por supuesto no todas las queridas; tampoco lograron cambiar la avidez de quienes con el dinero en la mano o en el banco, o en Suiza, marcaban modas, pautas y ritmos.

La edad de oro de la democracia, ni la de la honradez estricta, nunca existieron. Y en cada tiempo, cada generación va viviendo en sus carnes los pecados capitales; sobre todo los pecados del capital, de los que fue muestra superior, el desinfle de las burbujas que paralizó el desarrollo del mundo en 2008; crisis que tantos ríos de tinta ha hecho correr?, y que, para las desgracias venideras, se evidenciará que poco han "regado", pues ahí están ladrillos, chinos y gurteles y sus "sobre-cogedores" a la espera de sacar pecho, gaviotas y beneficio.

Los desastres capitalistas sacaron a calles y plazas a las masas que iban "cayéndose" de la burbuja. Jóvenes, no tan jóvenes, y mayores con salario, seguridad social, con pisos recién adquiridos o ya amortizados; los recién hipotecados, que iniciaban camino, pidieron avales a padres, abuelos, tíos que, de pronto y sin previo aviso, se encontraron atrapados en la peor de las desventuras. Los políticos, ni en el gobierno, ni en la oposición, entendieron siquiera lo que ocurría? Los grandes capitalistas sí, porque todo fue obra suya, para su mayor provecho y gloria.

El capitalismo muerto necesitaba comer una o dos generaciones humanas, como antaño los tísicos comían carne de caballo cruda, y las comieron. Y en abril de 2011, a base de un voto salido del miedo, odio y venganza, falsos salvadores hicieron su aparición en la terrible escena. Asturias también tuvo el suyo. Y el gobierno local actual es hijo de ese falso salvador, cuyo paso por los gobiernos "aznarinos" que propiciaron, gracias a la liberación del suelo, la multiplicación de obra pública faraónica, y, sobre todo, la liquidación de lo público, -educación, sanidad, banca e industria-, que la sangre caliente de los de "abajo" reanimara el sistema agonizante...

Ni pasaron cinco años desde que en junio de 2011 la tragedia nos pusiera cara al sol, y ya las desnudeces de los actuales gestores, que no son políticos sino postillones, están a la vista.

Los que ayer fueron "salvadores con cascos", hoy andan, por coto y couto, a la pata coja. Pollos sin cabeza que ni ven, ni oyen ni hablan?

El caso es que el miércoles 7, a las 7 de la tarde, en el Viejo Instituto, después de celebrarse de mañana los protocolos de la festividad de la Policía Local, -cuya democratización y trasparencia es otra de las urgencias olvidadas-, se dieron a conocer a unos, y repartieron a todos, los restos del famoso cuadernillo y plano explicativo de los sucesos ocurridos en Gijón durante el asedio y bombardeo nacional: Cervera, aviación germana e italiana? Obra didáctica y excelente. Una obra de premio. A todo color y a toda verdad. Breve y escueta, del historiador Toño Huerta. Pero no estuvieron en la cita los paneles para la exposición? a los que solo falta el Musorgski que les ponga música? y los saque del almacén donde, desde .011, la alcaldesa Moriyón y sus conmilitones los tienen "secuetrados".

Mire usted, paciente lector/a, que hemos visto paneles y postales, hormigas y hormiguero, tensando el "Arcu Atlánticu" y ocupando calles y paseos? Pero no hemos podido ver "nuestros" paneles de guerra y sangre, porque la señora Moriyón, aún alcaldesa, los tiene secuestrados? como corresponde a la buena lenteja. Sin duda, delito mayor y continuado contra la historia y la memoria de la Villa.

Con el gasto de folleto, plano y paneles a todo color, corrieron el Ayuntamiento de Gijón y la Consejería de Bienestar y Vivienda del Principado.

Quienes aman la historia, quienes al pasar por la acera, por ejemplo, de la Iglesiona o del Instituto quieran saber de qué fueron testigos los edificios; o los que suben a divertirse a la Cimadevilla renovada (gracias que sin repintar) quieran saber de sus entrañas; o los que suben a estudiar a los Jesuitas, tienen derecho a saber que aquel Cuartel, desde el que la Compañía dominó y amaestró a buena parte de la burguesía local, a la señora alcaldesa por ejemplo, también a mí, jugó un papel esencial en aquel tiempo negro?

El tripartido de las izquierdas, que no descansa en desenmascarar el desgobierno de los otros tres partidos de las derechas, que acaba de sacar adelante la proposición de "recobrar" la memoria, -contra el PP y abstención de hormigas y el Ciudadano-, no pueden olvidar los paneles del "secuestro"; por dignidad e historia hay que sacarlos a la calle, que estamos en vísperas del de la "liberación", 21/10/1937.

Y si la conductora de la diligencias y sus postillones no quieren; si el partido de los militantes "ancianos y muertos" no quiere; si al Ciudadano no le importa, la izquierda tiene que tomar las riendas de la diligencia municipal.

Gigia no merece seguir, ni un día más, a merced de una conductora inexperta, sin carné, y de unos postillones cojos, empañados en correr maratones vespertinos miércoles y jueves? ¿Para que los que no cobran el fijo doblen dietas?? ¿Para mejor perder el tiempo?

Gijón necesita gobierno, no pollos sin cabeza?

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