Han seguido disputándose partidos de fútbol estas navidades, con resultados significativos para el Sporting de Gijón y el Real Madrid. No se trata de personalizar en un solo culpable, primero porque en los juegos unas veces se gana y otras se pierde, por ello hay que ser modesto en las victorias y elegante en las derrotas, y segundo porque en los juegos de equipo, además de tener en cuenta las circunstancias y la suerte, las razones, virtudes y defectos, suelen estar repartidos. De todas formas es bien sabido que es más fácil cambiar a un entrenador que a once jugadores, y por ello el entrenador suele pagar el pato de los malos resultados inmediatos. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha echado a su entrenador Benítez cuando el equipo va con los mismos puntos que el Barcelona, reciente campeón del mundo de clubes, quizás el 0 - 4 en el Bernabéu frente a los azulgranas había dictado sentencia ya hace varias semanas. Ya se pasó de listo echando al delantero holandés Robben, luego subcampeón del mundo, o al entrenador Del Bosque de quien decía se había quedado anticuado, y después fue campeón de Europa y del Mundo entrenando a la selección española. Los goles no los va a marcar su nuevo entrenador Zidane, los tienen que marcar sus delanteros Bale y Benzema o un fichaje como el goleador italiano Balotelli o el polaco Lewandowski. De cualquier forma lo tiene complicado, porque aunque el Real Madrid está a nivel competitivo con el Barcelona, Atlético o Bayern Munich, en los últimos meses el tridente rival azulgrana Messi - Suárez - Neymar está en racha.
Año nuevo, repetición de viejos errores en el Sporting de Gijón. El entrenador Abelardo plantea que el equipo es muy joven y necesitaría refuerzos. Hay cuestiones sin embargo que no dependen de que el jugador tenga 20 o 25 años, sino del número de jugadores. Este lunes 4 en El Molinón frente al Getafe, un equipo modesto, el Sporting de la primera parte estaba concentrado y fresco, en la segunda parte parecía un equipo completamente distinto, conformista y torpe. En los primeros 45 minutos atacaba con 3 o 4 jugadores y creaba peligro ante un Getafe que parecía un equipo flojo y predecible, un 2-0 a favor de los rojiblancos habría sido un resultado más justo. En los segundos 45 minutos los papeles se invirtieron, el Sporting solo atacaba con dos jugadores frente a cinco defensas getafenses, mientras atrás estaba lento e inseguro, solo la buena suerte (por ejemplo, penalti fallado por el equipo madrileño), evitó poner un 1-3 o 1-4 más justo en el marcador. Analicemos más en detalle la segunda mitad. Cuando el Sporting atacaba lo hacía con Guerrero o Sanabria y Jony o Halilovic. Evidentemente, con solo dos atacantes apenas creaba peligro. El hecho de jugar con dos delanteros, Guerrero y Sanabria, y que uno se quede en el centro del campo cuando atacamos: ¿es decisión propia, del entrenador o cansancio? En cuanto a las bandas, con dos medios - extremos, Jony y Halilovic, que solo ataque a la vez uno: ¿es decisión propia, del entrenador o cansancio? Craso error creer que el mejor ataque es dedicarse solo a defendernos.
Hay más fallos que comentar. Abelardo, Halilovic y la banda izquierda. Respecto al entrenador, si vamos perdiendo en casa 1-2 con un rival de "nuestra liga", equipos que al final de la temporada estaremos en la parte de abajo de la tabla, ¿qué sentido tiene sacar del campo a los dos delanteros natos? ¿Por qué no dejó a uno de ellos de referencia para tratar de empatar el partido? Se comenta que Halilovic es muy individualista, tiene regates de calidad, pero en efecto con frecuencia le sobra el segundo regate en vez de combinar el balón. Aunque también sucede que recibe poca ayuda. Si debe pelear contra dos o tres defensas y no tiene a quien pasar el balón, ¿qué puede hacer? ¿Por qué no le secundan más sus compañeros, en vez de quedarse mirando a ver si él solo lo hace todo? En cuanto a la banda izquierda del equipo de Abelardo, en la segunda parte fue un coladero, los getafenses entraron por ella como Pedro por su casa. ¿No lo vio Abelardo? ¿No pudo solucionarlo? De poco sirve lamentarse, echar la culpa a un fallo arbitral, defensivo o la mala suerte. Si en los próximos partidos se sigue jugando igual, es decir no jugando en la segunda parte, los resultados serán parecidos. No puede estarse 45 minutos esperando a ver qué pasa y si acaba el tiempo, porque lo que pasa es que te comen el bocadillo. Ahora que estrenamos año, deseamos feliz 2016, conviene recordar el valor de aprovechar el tiempo. Lema del éxito: el día tiene 24 horas. Vive como si fueras a morir el próximo año. Aprende como si fueras a vivir siempre.
