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De Madrid al cielo de Asturias

De corredor de coches en la juventud al conocimiento del paisaje para plasmarlo

Nuestra amistad viene por esa relación profesional que al poco de conocernos se transforma en aprecio mutuo y termina convirtiéndose en admiración por esa humanidad que en cada acto demuestras, dando valor con ello a tu personalidad.

Llegas a Gijón desde Madrid con espíritu emprendedor en el ramo de la decoración, donde muestras tu faceta de buen gusto e innovador.

No sé si en algún momento de tu vida pensaste en la provisionalidad de tu estancia en Asturias, pero conseguiste involucrarte en esta tierra, al menos tanto como el propio Pelayo, Claro que de ello algo de culpa con seguridad ha tenido tu esposa Paloma, que con sus orígenes en Pola de Siero, te llevó por el sendero de la vida asturiana, y nunca mejor dicho puesto que tu afición al paisaje, la escalada y el senderismo te alienó en tus muchas horas dedicadas a ello.

Llegaste desde Madrid con trofeos de copas TS del Jarama bajo el brazo como corredor de coches, afición que solo abandonaste cuando las arrugas comenzaban a aparecer enmascaradas en tu barba.

Yo nunca había conocido a un pintor tan emblemático, con esa tremenda facilidad para el dibujo, pues he visto como en una servilleta de papel en los postres de una comida has sido capaz de dibujar todo lo que tenías al alcance de la vista, sin que ni siquiera la imaginación pudiera establecer algún defecto en la realidad. Pero lo realmente admirable es contemplar tu prolífera obra, donde los paisajes asturianos y las marinas en acuarela te delatan como un apasionado no solo con la pintura, sino con el ambiente y la vida asturiana.

Tu sentido del humor y tu afabilidad te han hecho muy grande, amigo Paco. Has sido siempre amigo de tus amigos y por ello creo que también has sabido recibir las contraprestaciones de la amistad a lo grande, es decir de muchos y buenos amigos que te apreciamos.

Sé que tu final no era el soñado por un hombre que tuvo en el deporte su forma de disfrute, sin embargo, has sabido llevarlo con la grandeza que siempre te ha caracterizado.

Has sido y serás una referencia para quienes te apreciamos en vida, especialmente para Paloma, tus hijos y nietas. Los demás no vamos a sentir que te has ido, pues nos queda la luz de tus pinturas, que nos recordarán permanentemente al mirarlas infinidad de anécdotas y recuerdos. Puedo asegurar que nuestro amigo Paco no ha muerto, sino que se ha retirado a sus cuarteles para seguir pintando.

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