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Musicólogo

La apoteosis de "Hombres G"

Lleno en Metrópoli para escuchar los grandes éxitos del veterano grupo

Era uno de los cabezas de cartel de este año, y se esperaba mucha afluencia de público, pero el pasado miércoles resultaba difícil incluso encontrar un hueco para ver el escenario, aunque fuera de lejos. Todo se puso a favor, día festivo en la ciudad, buen tiempo, lo que unido a los años que "Hombres G" llevaban sin tocar en Gijón y el económico precio de las entradas convirtió a este concierto en el de mayor afluencia de esta edición del festival. No llegó a la masificación del año pasado con "Calle 13", pero sin duda este ha sido uno de los conciertos de este verano.

"Hombres G" salieron a por todas, con una canción que era toda una declaración de intenciones y que consiguió que todo el público gritara eso de "Voy a pasármelo bien". Para no bajar el listón, siguieron con "El ataque de la chicha cocodrilo". Estaba claro que era una noche de grandes éxitos, y los madrileños no se dejaron ni uno en la chistera: desde los tintes reggae de "Chico tienes que cuidarte" hasta la balada "Lo noto", de su segunda etapa. Canción a canción, "Hombres G" demostraron que su música forma parte de la banda sonora de quienes han crecido en los ochenta pero, a juzgar por la cantidad de público joven, parece que han conseguido trascender a otras generaciones.

Su baza es tan simple como complicada al mismo tiempo; por una parte estamos ante canciones breves de estructura armónica sencilla, con una instrumentación estándar de pop (guitarras, bajo y batería) y melodías fáciles de tararear. Lo complicado es convertir todo eso en un éxito disco tras disco, lograr mantenerse en la radiofórmula durante años encadenando números uno. No sirve justificarlo con la promoción, ni con la inversión de su discográfica, porque muchos otros han tenido también esos apoyos y no han pasado de canción del verano; "Hombres G" han sabido conectar con su público en los ochenta, encontrar su espacio en el panorama musical del momento, y además han sido capaces de reinventarse en el siglo XXI para llegar a una nueva generación de la mano de bandas como "El canto del loco".

A los puntuales toques de reggae o ska ("Visite nuestro bar") de alguna de sus canciones hay que sumar la recurrente base de rocanrol de los años cincuenta, tanto en forma de balada ("Te quiero") como de baile ("Suéltate el pelo"). Pequeños matices que dan un aire variado a sus canciones, como los teclados con los que comienzan algunas baladas ("Dos imanes"), con arpegios característicos de los ochenta. Pero, ante todo, encontramos melodías coreables, auténticos himnos que el público entonó con ganas desde el inicio del concierto, y la voz tan característica de David Summers. Por supuesto, la traca final fue de apoteosis; sólo tuvieron que dar el redoble de caja con el que inicia "Marta tiene un marcapasos" para que el público se pusiera a cantarla "a capella", algo similar sucedió con "Venezia" y, para acabar "Sufre mamón". Pueden gustarte o no, incluso disgustarte, pero "Hombres G" tienen su público, su espacio, y lo que hacen lo hacen bien.

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