Los vecinos de Santa Bárbara, como antes los de Laviada y los de otros barrios de Gijón, claman contra el abandono de naves víctimas de la crisis que se convierten en vertederos y albergue de focos de delincuencia. Los vecinos denuncian que sus quejas no son escuchadas por los responsables municipales, que no son capaces de valorar la importancia del entorno para que la vida vecinal sea lo más adecuada posible. No es plato de ningún gusto tener cerca los problemas que denuncian en Santa Bárbara y que habrán de tener solución, como se encontró solución en Laviada, por citar el caso más reciente. Gijón es una ciudad de barrios y éstos han de ser atendidos como se merecen. No todo va a ser dedicación única en la búsqueda de soluciones para el plan de vías, la estación y la escasa dotación que el Gobierno central dedica a un asunto al que no se le ve salida cercana.
