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La ventana

Ya era hora

El tramo Querúas-Cadavedo de la Transcantábrica, reformado tras ser uno de los últimos en hacerse

Las carreteras y autovías, igual que las personas, tienen su propia vida. Hay personas felices, afortunadas y con salud, aunque eso no sea lo más frecuente. Hay carreteras que han tenido un parto doloroso y aun con corta edad sufren un enfermizo deterioro que precisa de intervenciones urgentes. El tramo de la Transcantábrica que une Querúas y Cadavedo tiene el triste récord de ser de los últimos en inaugurarse y de los primeros en necesitar una reparación que ya se vio necesaria a los pocos días de su nacimiento.

Carreteras y personas precisan de continuos cuidados. Actualmente vemos a nuestro alrededor demasiadas carreteras en mal estado. Los expertos dicen que se debería invertir en el mantenimiento vial veinte veces más de lo que se hace actualmente. Esta es una consecuencia de pasar de una época en la que se invertía sin mesura a otra donde se recorta sin piedad.

Todo aquel que haya viajado en dirección al Occidente habrá notado al llegar a la altura de Cadavedo que su vehículo sufre unos calambres que le hacen temblar de forma compulsiva. Aunque evidentemente quienes saben lo que es el calvario de cruzar por ese tramo de carretera, que tal parece haya sufrido un bombardeo, son los habitantes de la comarca noroccidental.

Si se ha precisado de esta intervención de urgencia es porque su nacimiento no fue el más feliz de los deseados. No hace falta ser docto en la materia para asegurar que en su construcción hubo fallos notables, lo cual quiere decir que existen personas, con nombres y apellidos, responsables de una obra chapucera. Y el responsable último se halla en el Ministerio de Fomento, que aceptó y recepcionó un trabajo mal hecho. Y son también cómplices de este desaguisado quienes adjudican obras a una UTT que pasado el tiempo se disuelve y no queda nadie a quien reclamar un céntimo.

Ahora los malpensados son de la opinión de que la reparación no es la adecuada y que pronto los baches emergerán de nuevo. No es adecuada porque en principio se elaboró un proyecto, supuestamente por personas capacitadas y expertas en la materia, y posteriormente se adjudicó con una rebaja de cerca de un millón de euros, lo cual hace suponer que se recorta en exceso de lo que sería necesario para una perfecta ejecución.

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