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Aquella fiesta de la hierba

Las antiguas tradiciones vaqueiras en Brañaivente

Mediada la década de los cincuenta -del siglo pasado, claro- los vaqueiros de Brañaivente, con familia numerosa en cada casa según costumbre reproductora de la época, celebraban a mediados de agosto la fiesta de la hierba en lo alto del pueblo, en una zona denominada El Collado -el Collau en lenguaje local- instalando a los músicos en un carro y poniendo en otro dos pellejos de vino -tinto y blanco- que abastecían los vasos a través de una cañavera amarrada con un cordel.

Eran tiempos en los que al Molín del Fotingo -al dueño se le conocía así porque tenía un viejo Ford-, situado debajo de Caborno -otro pueblo ahora vacío- bajaban los vaqueiros de Brañaivente durante todo el invierno, mientras les duraba la cosecha del maíz, con sus sacos al hombro o en las caballerías y esperaban pacientemente su turno para regresar con la harina para hacer las pulientas o las papas y para arroxar la boroña que tenía que durar hasta que echaba pelo, es decir, se ponía "maurienta" y ya no había feligrés que le hincase el diente por muy vaqueiro que se fuese. De todo ello no queda más que un verso que dice así:

Soy del pueblu Brañaivente/ vivo com'un presidente/ como papas ya pulientas/ préstanme divinamente.

Como siete escudiechas/ ya tamíén rapu el caldeiro/ ya tuvía diz miou pa/ que soy poucu pulenteiro.

Pero de aquel Brañaivente sí se conserva el prado de El Collado, donde se hizo muchos años una fiesta de la hierba, que es el único casi llano en lo alto de la empinadísima braña. El resto, matorrales y restos de casas totalmente derruidas, incluida la escuela. No hubo saqueo masivo de enseres como en otros pueblos abandonados porque a este paraje nunca llegó la carretera y la única forma de llevárselos era echándolos sobre los riñones que resulta muy incómodo incluso para los cacos con anchas espaldas. Con este panorama de pueblo de tan difícil subsistencia incluso en su época más dorada, resulta difícil de comprender que hubo vaqueiros que incluso llegaron a proponer en Salas que esto se llamase Villaivente. No conocían otra cosa.

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