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La Ventana

Linares

Navelgas es uno de los muchos diminutos puntos que salpican el mapa de Asturias. Un pequeño pueblo que se debate, como los demás, para pervivir a las múltiples amenazas que asedian al medio rural asturiano.

Quien se acerque a Navelgas se encontrará con una comunidad activa, integrada por un vecindario, evidentemente envejecido pero dinámico. Ofrece un variado repertorio de atractivos que obligará, sin duda, al visitante a repetir viaje a este esta localidad ubicada en el corazón del concejo de Tineo.

De la civilización romana hay infinidad de vestigios en toda España. Pero si queremos conocer como aquellos colonizadores explotaron el oro que abundaba en nuestro subsuelo, en Navelgas se hallan restos de la época y espacios didácticos explicativos de tan apasionante periodo histórico. El oro sigue en la actualidad siendo protagonista en Navelgas mostrando cada año famosas exhibiciones y concursos de la extracción del preciado metal por el procedimiento del bateo. Pese a que se trata de un pueblo de escasa dimensión mantiene una actividad económica notable en sectores que tienen fama en un amplio radio. Tampoco podemos dejar de mencionar sus fiestas, siendo de destacada popularidad el Día de los Pueblos de Asturias, y su gastronomía basada en los modos tradicionales y en unos productos singulares.

Siempre habrá visitantes ocasionales, que llegados a Navelgas, se acerquen a la iglesia de San Juan. En una de las capillas de su interior se venera a la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre. No es casual que al artista local Manuel G. Linares escogiese ese lugar para plasmar la escena del pequeño Aylan extendido yaciente sobre la arena. Aquella imagen fue hace un año un símbolo del drama de los refugiados, sacudió la conciencia europea pero solo momentáneamente.

A los más pequeños habrá que explicarles que existen miles y miles de personas que huyen del infierno, de la hambruna y de la guerra y que tratando de llegar a Europa han convertido el Mediterráneo en un vertedero de cadáveres. Y como Aylan hay otros cientos, acaso miles, que no han captado la cámara de un reportero.

Pasarán los años, a las guerras de hoy seguirán otras, pero en Navelgas siempre se recordará el drama de Aylan, porque la obras de los artistas, como las de Linares, se perpetuarán.

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