El problema de preguntar a la gente es que, algunas veces, responde. Y en ocasiones responde lo que no quiere el que pregunta. ¡No haber preguntado! Total, que el Reino Unido se marcha de Europa (si es que estuvo alguna vez dentro; desde luego con los dos pies, no). Y lo mismo Escocia se marcha del Reino Unido. Y nadie descarte que el concejo de Dùn Phris agus an Gall-Ghaidhealaibh (nombrecitos del gaélico escocés) se marche de la hermosa Alba. El reino de Su Graciosa Majestad se desmorona. Y con él, la Europa que no ha sabido de vender sus logros, y que, por sus errores, es pasto de la izquierda y la derecha extremas, que curiosamente (o no tanto) defienden lo mismo. El Gobierno del Reino Unido debería haber tomado nota de lo que hace el de Llanes: pese a lo prometido, no pregunta a la gente qué hacer con la pasarela del puerto. Por si acaso. Aquí y allá... es lo que pasa por conducir por la izquierda con el volante a la derecha.
