Hace un año se aprobó en el Pleno de Ribadesella una bajada de la ordenanza del IBI (impuesto de bienes inmuebles) del 5,7% con un soporte en el tipo regulador del 0,655%. Por errores de cálculo esa bajada sólo se sustanció en los recibos de los vecinos en apenas un 1%.
En ese Pleno, el PSOE fue el único grupo de la oposición que votó a favor de esa bajada y a su vez a favor de adherirnos a la propuesta de una revisión catastral a la baja del 30%. De ese modo entendíamos que los bienes inmuebles del municipio se iban ajustando a la realidad en la que nos encontramos. Y además fuimos el único grupo que presentó una alegación a la ordenanza fiscal en el sentido de que aún se bajara más el IBI. Evidentemente ni el gobierno ni parte de la oposición votaron a favor de nuestra propuesta. En cambio se suman todos ahora a solicitar la bajada que nosotros planteábamos en su momento.
Viene siendo habitual que las propuestas socialistas en Ribadesella se aprueben, pero siempre con efecto retroactivo y siempre que dichas propuestas las presenten otros. (Véase el aparcamiento de auto-caravanas, la senda de Tito Bustillo o la carretera de Pandu). Ahora nos tocará con el impuesto de bienes inmuebles.
Nuestra propuesta de IBI se basa en un tipo regulador del 0,6224% lo que implica una bajada del 5% en cada recibo. Con esta base obtendríamos una recaudación que en modo alguno supondría una merma en la recaudación que pueda suponer un recorte en los servicios públicos que se prestan desde el Ayuntamiento. Es más, la diferencia entre nuestra propuesta y la que se propone es de unos 14.000 euros de diferencia.
Pretenden bajar otros impuestos y tasas, lo que redunda en nuestra opinión de que si se pueden bajar es que se puede bajar el IBI. Y lo proponemos porque si cada año presumimos de tener superávit sólo nos cabe una reflexión: o no gastamos lo recaudado o recaudamos más de lo necesario. Por tanto si no realizamos en los presupuestos ningún esfuerzo inversor municipal, cabe la posibilidad de rebajar el mayor impuesto de recaudación: el IBI.
Además, antes de meternos a rebajar otros impuestos y tasas, conviene poner al día lo que el año pasado se aprobó y no se pudo realizar (como digo por un error de cálculo): la bajada del IBI de un 5%. Esto es lo coherente y lo justo para que de una vez por todas, el recibo que los vecinos pagan se ajuste a su valor catastral real.
No se trata de que un Ayuntamiento ahorre sobre los impuestos recaudados, basta con que no despilfarre ni pierdan subvenciones de miles de euros, se trata de no asfixiar con impuestos que luego no revierten en el contribuyente.
