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Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

El problema es la fe

El problema es la fe. La fe, que mueve montañas y pone presidentes machistas, xenófobos, racistas, ignorantes y zafios. Solo hace falta una buena dosis de miedo, otra de desesperanza, un arsenal de ira y cuarto y mitad de crisis económica, y los politicastros (no todos los políticos lo son) hacen el resto. Cuando todo eso converge y la mayoría silenciosa, como si hubiera cruzado la puerta del infierno, ha perdido toda esperanza, siempre aparecen embaucadores que aciertan a pronunciar las palabras adecuadas, a lanzar las promesas convenientes (soluciones simples a problemas complejos) para que la fe se abra de nuevo camino en las almas desamparadas. Luego la fe dura lo que dura: hasta que confluyen de nuevo el miedo, la desesperanza, la ira y la crisis. Así, como en un ciclo sin fin, la secuela de la fe es siempre la desilución. ¿Antídotos? Quizá el ateísmo político, el agnosticismo ideológico, la acracia, la educación, la cultura, la razón...

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