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Concejal del PP

Opinadores de parte

Sobre el cambio del callejero "sectario y guerracivilista" que propone el tripartito

Leo un artículo publicado en estas mismas páginas en el que se me acusa de violencia y falta de empatía por mi oposición al intento sectario y guerracivilista de cambio de nombres de calles por parte del tripartito. Y la verdad es que me sorprende poco al ver quiénes son sus autores: mi querido Antonio Rodríguez -con el máximo cariño, para mí siempre será "Toño El Rojo"- y un señor al que no tengo el gusto de conocer personalmente, aunque sé de su militancia política, desde la extrema izquierda a opciones más convencionales, y de su protagonismo en el inicio del negocio de los chiringuitos vinculados a los partidos políticos de la izquierda ovetense, sobre los que, por cierto, podría aportar información importante especificando a dónde fueron los miles de euros recaudados mientras él estuvo en la gestión.

En realidad se molestan porque hago lo mismo que ellos: defender una posición política, por mucho que a ellos, y a quienes tratan de servir con su artículo, les moleste. Y estoy seguro de que no serán los últimos en acudir prestos en ayuda del tripartito para tratar de aparentar que las medidas de rencor que promueven tienen más respaldo social del que en realidad tienen.

Lo que realmente hay que agradecer a los dos firmantes es que, defendiendo lo mismo que el tripartito, lo hagan con una prosa más pausada y sosegada, no como el gobierno municipal, que tiene un permanente tono de "patada en la puerta". Y puedo coincidir en algunas de las apreciaciones que hacen sobre el cambio de nombres de calles por aplicación de la Ley de Memoria Histórica, pero no con el fondo y el hilo conductor de su intervención que no es avalar unas buenas condiciones de convivencia en la ciudad sino aplicar el mismo guerracivilismo que práctica el gobierno del desgobierno que sufrimos en Oviedo.

Para ellos parece que oponerse a un cambio de nombres de calles sectario, a la fuerza y contra los vecinos, como pretende hacerlo el gobierno municipal al que defienden, es insultar y meter ruido.

Que alguien diga que en la Comisión de la Memoria Histórica formada en 2007 "sólo faltaba Martínez El Facha" o que otro pretenda defender que se haga un monumento permanente a los golpistas y asesinos de la llamada revolución de 1934 debe ser, para los dos firmantes, una obra de arte de la paz y la empatía porque lo hacen compañeros de la izquierda. La verdad es que no nos puede sorprender tanto maniqueísmo, pues su militancia y su condición de "opinadores de parte" quedan ya palmariamente demostradas con su alusión final a que, "después de tantos años", hay "un Alcalde que sabe escuchar", aunque, eso sí, no precisan si hablan del Alcalde pantalla y secuestrado por Somos o de la lideresa en la sombra que le ata tan corto como le dejan sus guerras internas con quien quiere moverle la silla.

Lo siento mucho pero voy a darles un disgusto a los dos firmantes y a quienes tratan de servir con su artículo, porque vamos a seguir defendiendo nuestras ideas y posiciones políticas y, sobre todo, a los vecinos de Oviedo que apuestan por la convivencia y no por la confrontación y el resurgir de las dos Españas. Superar el pasado es una asignatura que todos debemos aprobar y para hacerlo, el peor camino es tratar de reescribirlo.

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