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La incoherencia del tripartito con los Premios Líricos

En apoyo a la concentración del lunes contra las revanchas políticas a costa de la cultura

"En política es importante ser coherente(?) Los presupuestos municipales también deben hacerse con coherencia, donde, evidentemente, en un gobierno a tres, hay diferentes criterios. Recuerdo el ejemplo de los Premios Líricos, donde no se discutió la partida presupuestaria, vista por todos necesaria y adecuada a la realidad de estos galardones que se alejan del elitismo que criticamos, que son una apuesta llena de creatividad y repleta de esfuerzo por parte de sus organizadores (?) En el fomento de la cultura popular, con los Premios Líricos y la ópera en los barrios: coherencia y avanzando".

Todas estas frases corresponden a un artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA, el día 4 de julio de 2016, por la portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Oviedo, Cristina Pontón. Y realmente sería cómico si no fuera una prueba más de la tomadura de pelo a la que este gobierno sin rumbo está condenando a los ovetenses. Tienen un discurso muy florido pero luego actúan haciendo justo lo contrario de lo que predican. Leyendo a Cristina Pontón es difícil precisar si estamos ante una ingenua o una cínica: reclama coherencia -ya hay que tener imaginación para unir ese concepto al gobierno del tripartito-, pone como ejemplo de esa coherencia el apoyo a los Premios Líricos y, cuatro meses después, IU y todo el tripartito elimina estos premios? Una de dos: o se están burlando de los ovetenses o están gobernando con las tripas, siguiendo los más bajos instintos de la revancha, para esconder así su total incapacidad de gestión.

De IU y Somos se podía esperar este baile sin más rumbo que las infantiles y maniqueas soflamas tardorevolucionarias, usando la navaja en vez de la razón, pero el drama es que quien da legalidad y viabilidad a esta forma de mal gobernar es un alcalde socialista atrapado por un síndrome de Estocolmo que le ha hecho entregar la dignidad a cambio de un sillón desde el que no tiene ningún poder de decisión. Es como un zombi sin rumbo: tan pronto va y disfruta de los premios Princesa de Asturias, como obedece a quienes los atacan permanentemente y les resta ayuda municipal; tan pronto va y disfruta de la gala de los Premios Líricos y dice que es el no va más, como acepta, obediente, eliminar estos Premios? Nadie en esta ciudad sabe cuál es el proyecto de Wenceslao López; cuáles sus propuestas; cuáles sus iniciativas. Lo único que sabemos todos es que hace lo que le manda Somos, renunciando no ya a su dignidad -esa ya hace mucho que la entregó- sino también a sus obligaciones con los votantes socialistas que siempre dieron muestras de querer y respetar a esta ciudad, que es lo contrario de lo que él está haciendo.

El último acto de esta tragedia política y cultural que está representando el tripartito ha sido la eliminación de los Premios Líricos y la rebaja en la ayuda municipal a los Premios Princesa de Asturias. Que no nos engañen más: no hay razones económicas para tomar esa medida porque, pese a los reveses judiciales que hemos sufrido, la capacidad financiera del Ayuntamiento quedó, tras el gobierno del PP, en perfecto estado para asumir estas obligaciones sin dañar o afectar a todas las demás inversiones necesarias para continuar mejorando esta ciudad. En 2015 y 2016, sin tener que pagar ni un euro de esas sentencias, no han hecho nada. No es un problema de falta de recursos; es un problema de falta de capacidad, de falta de liderazgo y de falta de ideas y proyectos, porque pierden todas sus fuerzas tratando de cazar a los fantasmas del pasado.

Es importante que la sociedad civil haga visible su malestar ante esta forma de gobernar que está fraccionando la convivencia en nuestra ciudad e hipotecando buena parte de lo que tanto nos costó construir a los ovetenses durante los últimos 25 años. Por eso, me sumo a la convocatoria de mannequin challenge, el lunes 21 de noviembre de 2016, a las 12.00 horas, frente al Teatro Campoamor. Defender los Premios Princesa de Asturias y los Premios Líricos es defender Oviedo como ciudad cultural, como capital cultural; es defender la excelencia frente a quienes persiguen vulgarizar esta ciudad con una revolución cultural de cuentacuentos. Y, por desgracia, no será la última vez que tengamos que hacerlo.

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