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La ciudad y los días

Razones sobre la circulación urbana

Las realidades del siglo XXI muestran un conjunto urbano diferente y la reordenación del tráfico debería realizarse mediante un planteamiento más científico que asambleario

Se cuenta que allá por los años cincuenta del pasado siglo, uno de los primeros Días de América en Asturias, circulaba majestuoso por Uría un impresionante "haiga" descapotable de color amarillo en el que iba una pareja, él con una mano al volante y la otra por el hombro de una joven rubia platino tipo Marilyn Monroe. El habitual guardia que dirigía el tráfico en la Escandalera, advirtió al conductor: "¡Con las dos manos!". Respuesta: "¿Y con qué conduzco?".

Anécdota que sirve de introducción desengrasante para ilustrar el desconcierto actual en torno al posible estudio de peatonalizar esa zona cercana al parque. Permitan que, con respeto, uno se lance hoy al ruedo sin ningún empeño de dogmatizar. Repetidamente he planteado aquí la necesidad de un nuevo plan de tráfico que suceda al vigente, ya cumplida con creces su misión durante casi un cuarto de siglo.

Es evidente que las nuevas realidades del siglo XXI nos muestran un conjunto urbano muy diferente, con polarizaciones radicalmente distintas y, por lo tanto, nuevos requerimientos. Ese es el reto clave para el que habrá que armonizar las peatonalizaciones deseables y la dimensión comercial, turística y aún sanitaria de la ciudad con la inevitable circulación rodada.

Lo que demanda conjugar una serie de variables: salvar el Campo sin colapsar la ciudad, despejar los accesos a los puntos neurálgicos según su densidad de tráfico, considerar los flujos circulatorios previsibles y las movilidades reducidas. Replantear Santa Susana y su estacionamiento callejero, con su peligroso paso del Campo a la plaza de España, y estudiar la remodelación de la Escandalera, donde hace unas décadas fue yugulado en gran medida el paso a Fruela, entonces zona muy comercial.

También, replantear la plaza de Castilla y su entorno: Besada, Degraín, Pérez de la Sala, Pedro Masaveu, Calvo Sotelo, Padre Vinjoy, Muñiz Toca, la Avenida del Cristo, Menéndez Pidal y la salida hacia el Sur. Como digo, salvar el Campo San Francisco y sus accesos, no como simple lugar de paso, y no dar por buena a bote pronto cualquier ocurrencia o decisión asamblearia sobre el particular

Todo ello, considerando a la vez que la actual Corporación -a la que los jueces han dado estos días un tirón de orejas y está muy ocupada en llevar la contraria a los conservadores- dramatiza en exceso la división del censo en buenos y malos a juzgar por las últimas engarradiellas periodísticas.

Y que, si insiste en conducir el municipio con sólo la mano izquierda, como el "play boy" de la anécdota, en ningún caso vendrán las soluciones por la vía de una tempestad de ideas, muy respetable pero poco rigurosa. Mejor con las dos manos, como dijo el guardia.

Dicho sea todo con absoluto respeto.

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