Dieciocho meses ha tardado el tripartito en culminar su incompetencia. Dieciocho meses en los que lo único que hemos escuchado son anuncios de supuestos beneficios que al final se demuestran mentira.
Quieren que los ovetenses se crean que viven en una ciudad dramática; en una ciudad de buenos y malos en la que, por supuesto, ellos son los héroes salvadores y todo lo que suena a prosperidad es el monstruo a batir. Y todo porque quieren tener algo malo de lo que partir, un enemigo contra el que luchar, aunque sea inventado, para poder asomar ellos la cabeza, aunque sólo sea acusando. Acusar acusan, pero soluciones, cero.
Y es justo reconocer que el campeón de las batallitas es el señor Rosón, seguido muy de cerca, eso sí, por su compañera la señora Taboada. La última fue la que él mismo ha denominado en estas páginas "la batalla del interés público" refiriéndose a la chapuza realizada con el servicio de recaudación municipal.
No le han dolido prendas al concejal de Economía en disparar insolentemente contra el empresario de la actual contrata y calumniarlo, contra el director de la empresa, contra los trabajadores llamándoles garrapatas, y, faltaría más, contra la Semana Santa que es su objetivo favorito, pasando, cómo no, por toda la oposición municipal, porque parece que eso nos va en el sueldo.
Todo le vale con tal de no decir la verdad. Y la verdad es que el servicio, que sí que estaba en manos municipales, deja de estarlo; que se dejan a 42 personas en la calle, que el personal propio del Ayuntamiento no es suficiente para hacerse cargo de la recaudación municipal a partir de esta semana; que no se sabe cuándo estará operativa la página web para que los ciudadanos puedan hacer sus gestiones tributarias on line; y que no hay ningún informe, ninguno, que refrende ni el cambio de modelo ni los datos económicos que airea el señor Rosón. Dieciocho meses llevamos desde el Partido Popular pidiendo sin éxito un informe que avale sus acciones, y en dieciocho meses lo único que ha sido capaz de decir sobre el tema fueron insultos, insidias y cifras inventadas lanzadas al aire irresponsablemente para vestir su épica batalla. Esto es irresponsabilidad, improvisación y ausencia de gestión.
Igual que es verdad que el Ayuntamiento de Oviedo sigue sin presupuesto, debe las subvenciones a los clubs deportivos, pone a día 28 las luces de Navidad (y no todas), tiene las calles sin asfaltar, tiene una plaga de ratas desde hace meses, deja a la ciudad sin el belén más emblemático de Asturias y un largo etcétera al que ellos llaman "interés general".
Y le recuerdo al señor Rosón que las políticas sociales que están aplicando son las mismas que aplicaba el gobierno de Agustín Iglesias Caunedo, quien año a año incrementó las ayudas y becas escolares, nunca dejó de atender a los más necesitados y dejó la ciudad entre las siete primeras de España con menos riesgo de pobreza. Éstas son realidades y no las batallitas del tripartito.
