La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La mar de Oviedo

Chispa

Hay electricidad estática en el parque infantil de la plaza del Fresno, o sea, en la antigua plaza de La Gesta, en la parte alta de lo que se llamó El Fresno. Es fácil que se genere esa corriente puesto que los niños producen electricidad en sus fricciones con los toboganes y con el vaivén de los columpios; los aparatos acumulan esa energía y se descarga y da calambre cuando un adulto, con los pies en el suelo, les pone la mano encima; se rompe el hechizo, cual si tocara una pompa de jabón. Los columpios y tirolinas son aislantes, separados de tierra firme, como hórreos de juguete para aislar los pañales, evitar que se pudran nuestras criaturas y con ellas nuestra esperanza. Por seguridad de la especie los parques infantiles carecen de toma de tierra, porque estos angelitos aún viven conectados al cielo. Está claro que en los balancines de El Fresno queda el espíritu de la infancia, su chispa.

Compartir el artículo

stats