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Exrector de la Universidad de Oviedo

Un legado que debe perdurar

La obra y la personalidad del fallecido doctor Manuel Crespo

El fallecimiento de Manuel Crespo ha consternado a la sanidad asturiana, y no sin razón. Como servidor público entregó su vida a la formación de buenos profesionales de la pediatría en las aulas de su querida Facultad de Medicina, y también a la gestión y la asistencia en el Departamento de Pediatría del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Tenía muy claro que el eje fundamental del conocimiento y la dedicación a los niños enfermos es la mejor recompensa que puede esperar un médico.

Cuando me han preguntado estos días que suponía la pérdida del profesor Crespo no he tenido otra respuesta que ésta: "Es más que un amigo", y digo "es" porque para mí sigue viviendo. Espero sus llamadas frecuentes para charlas sobre temas familiares, o para recordar viejas andanzas, las vicisitudes y escollos que tuvimos que vencer ambas familias hasta que llegamos a echar nuestras raíces en esta tierra. También, por qué no, para discutir sobre temas de la gestión o la docencia que tanto nos ha preocupado y al que nuestro íntimo amigo Santiago Gascón, con su socarronería, añadía más leña al fuego, para a renglón seguido ponernos los tres de acuerdo, ya que entre nosotros no cabía desacuerdo alguno.

Creo sinceramente, Manolo, que mereces que te conozcan y valoren adecuadamente los que con un gran respeto, eso sí, piensan que eras una persona distante. Los que así piensan no saben que tu seriedad ha estado ligada siempre a tu sentido de la responsabilidad. Por eso quiero que se conozca tu autentica personalidad. El doctor Crespo ha sido una persona tierna, generosa, honrada y profundamente cristiana, que se ha entregado al servicio de esta tierra como nadie. Por eso pienso que merece un reconocimiento público por la sociedad asturiana y otro personal, que es no condenarle al olvido, que su obra gigantesca se mantenga viva en nuestra memoria, y que sepamos trasladarla, como ya hacen sus infinitos discípulos, a las nuevas generaciones.

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