Rivi quiere celebrar el Día de Asturias el 25 de mayo, en memoria del levantamiento de los asturianos contra Napoleón, acontecimiento de antes de ayer, menos relevante, en hablando de hechos de armas, que las victorias de los pésicos ante los vikingos en la Ría de Pravia, menos que la de Pelayo y la Santina, que en Covadonga movieron voluntades y piedras ante los entes islámicos; menos que nuestra hostilidad contra el Imperio Romano, en las Guerras Cántabras. Antes que el 25 de mayo cambiaría al 29 de mayo, en que proclamaron rey a Juan I de Castilla, creador del título "Príncipe de Asturias", o al 25 de abril, en que nació Clarín (aunque fuera en Zamora), o al 5 de enero, cuando nació Jovellanos (en Gijón), o al 5 de agosto, cuando Pedro Pidal y el Cainejo tocaron el cielo del Urriellu, puestos a celebrar conquistas incruentas. Cualquier cosa antes que darle bolilla al franchute.
