La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La mar de Oviedo

Callejón del Beso

Uno entra en el callejón y se besa con quien le place; hablo de Marten Trotzigs Gränd, de 90 centímetros de ancho, en el barrio viejo de Estocolmo. De allá vengo y no es un callejón sin saliva. En Compostela hay varios callejones del beso, pero me quedo con la Ruela de Sae se Podes, como nuestro Salsipuedes, pero de un metro y con los besos en lengua gallega. En Guanajuato existe el Callejón del Beso, donde dos amantes se besaron desde sendas ventanas enfrentadas; yo besé a una mexicana y es tan estrecho que no hace falta lengua larga. Sevilla tiene varios callejones de esa factura en el barrio de Santa Cruz. Propongo bautizar así alguno de Oviedo: el callejón que parte de la calle La Lila, o el pasaje Dr. Francisco, que une Silla del Rey con Pío XII, donde hace 50 años vivía una famosa quiromante... Claro que estos son más anchos, dan para más que un beso, digamos que son para grupos y varias lenguas.

Compartir el artículo

stats