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La Ciudad Y Los Días

Los premios "Princesa" ante la crisis nacional

El patriotismo incentivado como catarsis colectiva

Como cansa no poco la tabarra del conflicto catalán, tan temido por el Gobierno Rajoy que lo empeora por días con sus titubeos, tomémonos un respiro para considerar lo que nos es más cercano en el espacio y próximo en el tiempo, caso de los premios "Princesa de Asturias", galardones en cuya ovetense ceremonia de entrega ya parece deseable la presencia de la joven y gentil titular.

La efervescente actualidad nacional que tanto afecta a la Monarquía, querámosla o no y hoy por hoy factor definitivo de estabilidad, y tras el rotundo protagonismo de don Felipe con su reciente mensaje sin desperdicio sobre el culebrón separatista, el momento y los previstos actos en Asturias -tal vez necesitados de cierta actualización- revisten un especial significado ante la crisis nacional que a todos nos condiciona.

Crisis que, en cierto modo, ha determinado una rara catarsis liberadora de soterradas pasiones colectivas, seguramente compartibles y sin duda patrióticas en su mayoría, pero también con sobrevenidos mensajes menos edificantes. y no pocos de todo punto rechazables en las redes sociales. Pero somos un país libre.

Bajo el sedicente rótulo de una atribuida "soberanía del pueblo", y en el inexcusable uso de las libertades ciudadanas, se ha preparado para el viernes la autocalificada marcha de la dignidad , contra los Premios, la Monarquía y también contra la crisis como añadido cajón de sastre. Número que empieza a ser habitual contrapunto presuntamente democrático frente a los actos protocolarios de la semana.

Una semana que enlaza, según compruebo en el cartel que aparece estos días en paredes y escaparates, con un llamado concierto no muy del sistema pregonado por jóvenes sedicentes antifascistas con el rótulo, en un bable discutible, de "Escontra el desordre establecíu" (?).

Por cierto, justo a su lado (calle González Besada), otro cartel del mismo tamaño pregona: "Catequesis para jóvenes y adultos. Venid a mí los que estéis agobiados y yo os aliviaré". ¿Somos o no somos libres?

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