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Presidente de la comisión gestora del Grupo de Montañeros Vetusta

Un montañero afable y discreto

El próximo año, el Grupo de Montañeros Vetusta cumplirá setenta y cinco años. Esta larga singladura se ha construido con la colaboración y esfuerzo de varias generaciones de montañeros. En una trayectoria tan dilatada, es lógico que en un mismo tiempo coincidan deportistas de edades muy diversas, sobre todo si aquellos que son más veteranos continúan realizando actividad deportiva o, simplemente, mantienen la vinculación con el club. En este sentido, cabe reseñar que la montaña y el Grupo de Montañeros Vetusta tienen en común el que una vez que los has probado, no los dejas.

Esta convivencia de varias generaciones compartiendo y disfrutando la montaña, es una de las esencias de un grupo de montaña. Es una de las formas que se tienen de cumplir con uno de los objetivos más importantes de estas agrupaciones: la formación. Los más nuevos, los más jóvenes, tienen la oportunidad de aprender de la experiencia de aquellos otros que le han precedido.

Sirva esta introducción para explicar, cómo a pesar de las grandes diferencias de edades que tenemos en los grupos de montaña, las mismas no solo no son un impedimento para la práctica deportiva colectiva, sino una riqueza que hay que saber valorar.

Ramón Marina nos ha dejado, y lo ha hecho de una forma triste y cruel. Tras subir una y diez veces nuestras cumbres. Todas, las más emblemáticas, las menos también. Tras salir indemne de ellas, la muerte fue a buscarle cerca de su huerto ¡En ocasiones, es como si el destino se burlase de uno!

En el año 2011, junto a Paco Soto, fue homenajeado por el G. M. Vetusta. Se trató de un reconocimiento de justicia a un activo colaborador. En los años noventa formó parte de la Junta Directiva presidida por Tita González, como vocal de montaña. Asimismo, es destacable su labor como guía benévolo de excursiones colectivas.

Curiosamente, fue homenajeado sin haber colgado las botas. Entre los años 2011 y 2012 participó en el Trofeo de Cumbres "Tres provincias" convocado por la Federación Asturiana de Montaña (FEMPA), obteniendo galardón en la modalidad de bronce. En la gala de recogida de premios comentaba que era su último trofeo. Cuando se le preguntó por qué, respondió, no sin pena, que "la Federación solo permite estar federado hasta los ochenta y cinco años".

Y esto sigue hasta hoy. La semana pasada participó en el "Amagüestu del Vetusta". Incluso, para hoy mismo, 16 de noviembre, tenía planeado ascender con sus amigos a La Mota Cetín.

Sus cualidades deportivas, iban acompañadas de sus cualidades humanas, sentido del humor, afabilidad, discreción, serenidad. Descanse en Paz.

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