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Mil topónimos para una misma ciudad

De siempre, los lingüistas han sido incapaces de llegar a un acuerdo sobre el nombre asturiano de Oviedo

Por nada del mundo, ya que se trata de mis raíces, quisiera entrar en vanas polémicas a costa del asturiano. Lo único que propongo en esta breve antología del vocablo Oviedo, en sus diferentes acepciones, es poner a disposición de los lectores la forma en que evolucionó a través de los siglos y cómo lo han tratado notables escritores. Ya que el tema es tan espinoso como el del lobo -hablo de la búsqueda del topónimo oficial en asturiano para Oviedo- , y para evitar malos entendidos, comenzaré diciendo que ni quito ni pongo rey, ni tampoco ayudo a mi señor. Sí quiero aclarar que, en mi larga trayectoria pateando el terruño astur, siempre he utilizado la toponimia que los lugareños, en cada rincón geográfico, aplican a pueblos, picos, montes, valles, ríos, regatos, lagunas o cualquier otro accidente geográfico, porque ellos son sus guardianes lingüísticos; si bien, con el abandono de los núcleos rurales, muchos se van perdiendo. Ya saben: con la muerte de un viejo desaparece una biblioteca; en este caso sin continuadores. Todo ello, a pesar de la titánica labor de campo que desarrollan estudiosos como Xulio Concepción.

De siempre, entre los lingüistas, ha habido gran interés por averiguar el origen del nombre de Oviedo, y me da la impresión de que jamás se han puesto de acuerdo. Por citar algunos nombres, sin ánimo de aburrirles, mencionaré al Padre Luis Alfonso de Carvallo, José Caveda y Nava, Juan Uría Ríu, Floriano Cumbreño, José Luis García Arias, o el citado anteriormente Xulio Concepción.

Hemos de acudir a documentos medievales: testamento de Alfonso II, Pacto monástico de San Vicente, crónicas de Alfonso III -en sus versiones rotense y sebastianense-, para conocer la evolución que tuvo el nombre de la capital de Asturias. No entraré en su posible significado pues cada especialista defiende su opinión.

Lobindo, Ovetao, Obetao, Ovetanum, Ovetum, Ovedeva, Ovetdao, Ovedao, Oveta, Oveto, Oviecio, Oviedao, Obiedo, Uviedo, Ubiedo, Uvieo, Uviéu, Oviedo. Personalmente, y de uso diario, el último es el que siempre he utilizado. El resto, salvo en sus orígenes, se puede decir que son preciosas figuras literarias en asturiano. A partir de aquí me limitaré a ofrecerles una breve muestra. Los que saben del tema tienen la última palabra.

José Caveda y Nava publicó, en 1839, "Colección de poesías en dialecto asturiano". En ella leemos, de Josefa Jovellanos, en el poema a la coronación de Carlos IV: De dir el domingo a Uviedo / Tentóme lla mala trampa; / Y mal apenes llegué / Fasta el arcu q' apiegaba / Con aquelles monxes prietes / Que nunca salen de casa, / Cuando tanta de lla xente (?) Y dirín a visitalla, / O si nes santes reliquies / S' hobíes abridu aquell' arca, / Que magar Uviedo e Uviedo / nunca se vió despesllada?

En la misma antología y de autor desconocido: Allá pel mió conceyu, / Non sé que se ruxó, / Que fin fiestes n' Uviedo / al Rey nuestro señor?

En 1859, Antonio González Reguera, a los consejos que el padre de Dido le da sobre su doncellez responde: Tien bondá, tien dinero y tien deseo / de folgase conmigo y cariciame. / ¿Por qué habemos d'andar per tras d'Uviedo, / si non decir que preste y perd'el miedo?

Asimismo, en el siglo XVIII, Francisco Bernaldo de Quirós, en "El caballo": que sal bien pero ye tarde; / alferi mayor d' Uviedo / que aunque pese a quien pesare, / puede metese a conceyu?

En 1862, de Un aldeanu de Mieres (Peruxu del Dupón): Los siñores de Uvieo que tantu carbón gasten en cocines y chimenées?

Del mismo año, autor y obra: Con tanta llamuerga, que se meten los carros fasta les trechóries, cuesta un güeyu de la cara abaxar el carbón de les mines a lo llano, pos mal apenes hay un cuartu de legua esde la mió mina y non quieren baxallo menos d' a ral el quintal, y con dos rales que cobren los carreteros por llevallo dende lo llano a Uvieo ¿Qué y quea a un probe?

También en 1862, Benito Canella Meana (El ciego de Sobrescobio), en El Diañu: En Uvieu y en Madril / lu encuentres a cada pasu: / unes veces ye señor, / otres veces ye llacayu.

Del mismo tiempo, Juan María Acebal, en Cantar y más cantar: A les Santes Reliquies, que en Uvieu / tudu 'l mundo cristianu reverencia.

En 1864, del Sacristán de Bernueces en ¿Qué ye del ferru-carril: Vinieron d' Uviedo / Munchu señorón / Y nos divertiemos / A más y meyor.

En 1864, Ángel M. Llovera, en Xuan y Pepa: Yeren d' Uvieu. ¡Qué xente / tan folgáa y tan gromera / en sus cares relucía / la 'legría en mió concencia.

En 1904, José Benigno García (Marcos del Torniello), en Tambor y gaita: desde Uviedu a San Andrés / toda la xente decía / al ver una, dos ú tres: / "pa vestir con gallardía? / les de manta de Avilés.

También en el XVIII, Antonio Balvidares Argüelles, a un probetón que i furtaren un quesu: Mira otra vez lo que faces, / que Uviedo non ye el Infiestu.

Perfecto Fernández (Nolón), 1847-1911, en Diálagu: ?si ver d'isti añu les fiestes / que se celebren en n'Uvieu, / d'Antroxu les bullicioses / galanes de Samateu.

Teodoro Cuesta (1829-1895), en Andalucía y Asturias: ¡Válgame Dios del cielu! Si un platau / de fabes d'escarpín, corrompinau, / con oreya de gochu, llengua y tucu / que come'n Uviéo un rapazucu / en to tierra comieren, mialma, mialma / podríes con razón llevar la palma.

Alfredo Villa y Villa (1899- 1969), en El bable, fala melguera: si cuando la capital de la España cristiana yera Ubieu obieren dexao 'l llatín pa un llau i declarau llingua oficial el bable?

José Fernandez García (Pepe Muestras), 1878-1942, en Al simpático Rutenio: Si en vez de ser en Madrí / unde tas, fora en Oviedo, / aunque gastara nel viaxe / todos los cuartos que?

Lorenzo Novo Mier (1917-1990), en La cai del Rosal: Había, y hay entovía, na ciodá d'Uvieu, una cai pindia y retorcía, enllena de casines vieyes que paez que diben cayése?

Baldomero Fernández, en 1939, publicó el monólogo en bable "Un día en Uvieo": ya vos lo dixe mil veces: / no quiero dir más a Uvieo; / divertivos y trunfai,/ que yo ya escamé d' fechu.

Si hablamos de dichos y cantares, para qué les voy a contar:

Para ser buen asturiano / hay que nacer en Xixón / pues si naces en Oviedo / serás un mal carballón.

En Ovieu ya non s'estila / el pediy la fía al padre?

El nuevo tranvía d'Oviedo / no tien mules nin tien machos?

En Oviedo non me caso. En Xixón, póngolo en duda. Tengo facer un palacio xunt'a la?

A la entrada de Uviedo y a la salida, hay una panadera. Mucho me mira. ¡Ay!, que?

(Refrán). Quien no vio Uvieu, no vio el cielu.

Canción vaqueira que tan bien entonaba Juanón Uría:

Morrió l'obispu d'Uviéu / morrió nuestro capitán, / Morrió la cabrina motsa, / morrió el fíu del tío Xuan?

Constantino Cabal (1877-1967), en L' Alborá de los malvises: Torrina preciosa, señora d' Uvieu, / con piedres que escuenden la rosa y el fueu, la espiga y el granu, la miel y la sal?

Que cada cual saque sus conclusiones y elija el vocablo que más le guste.

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