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El toque femenino del pelotón

La incorporación de las mujeres al ciclismo en los últimos años ha contribuido a la prosperidad de un sector que bate récords de facturación por la venta de bicicletas y sus complementos

El toque femenino del pelotón

Los éxitos del deporte de elite español dependen en buena parte de las mujeres, como se puede comprobar desde los Juegos Olímpicos de Londres. Asturias no es ajena a un fenómeno tan importante en calidad como en cantidad. Pero sigue habiendo modalidades particularmente refractarias al toque femenino. Así ha ocurrido hasta hace poco con el ciclismo, un reducto que también se rinde ante el impulso femenino. Cada vez ruedan más mujeres por las carreteras asturianas, donde la bici de montaña sigue mandando. Al estirón han contribuido iniciativas como la de la montañera Rosa Fernández con la creacion del equipo Una a Una, aunque algunas también se atreven a compartir pelotón con los hombres. Al margen de lo deportivo, la crecida ciclista femenina también tiene su incidencia en los espectaculares datos de un sector que en 2014 facturó en España casi un millón y medio de euros.

Las gráficas han seguido subiendo en 2015, hasta el punto de que a finales del año pasado algunas tiendas especializadas llegaron a tener problemas de existencias. A falta de nieve, los asturianos y las asturianas se han echado a la carretera. Chechu Rubiera, exciclista profesional y actualmente Ingeniero de Producto de la empresa de bicicletas MMR, fija en los dos últimos años el repunte en la venta de material para mujeres. Una nueva oportunidad de negocio y también un reto porque "casi todas las marcas están haciendo una línea exclusiva de mujer: con un apoyo de sillín más ancho, manetas casi de niña y las bielas más cortas. También la geometría es diferente, con una posición más corta y más alta. Las bicicletas de mujer son menos aerodinámicas, pero más cómodas. Y también entran en juego los colores".

El presidente de la Federación Asturiana de Ciclismo, José Luis Junquera, también ha notado un incremento de las licencias federativas, pero considera que eso no es lo más significativo: "Lo noto en la calle. Se ven muchas mujeres utilizando la bicicleta como medio de transporte y de ocio". Un ejemplo es Natalia Martínez Pellús, alicantina de 49 años y residente en Oviedo: "Si el tiempo lo permite voy a trabajar siempre en bicicleta hasta La Foz de Morcín. Y como ocio salgo siempre que puedo".

Natalia Martínez se incorporó recientemente a Una a Una, en la que predominan las rutas de montaña, y también pertenece al club Bellavista de Gijón, donde disfruta de las salidas por carretera. "Combinar es lo ideal", asegura, sin reparar en los peligros provocados por los conductores imprudentes: "No tengo miedo, quizá porque de joven anduve bastante en moto".

José Luis Junquera considera que "la mujer, por naturaleza, es más precavida, al menos antes no las veías en deportes de riesgo. Pero una vez que empiezan con la bici se enganchan igual que los hombres". La dureza, especialmente en regiones con orografía tan exigente como Asturias, también es un factor relativo, como explica Martínez Pellús: "Tengo una compañera veterana que el año pasado hizo más de 20.000 kilómetros. No importa la edad. El fondo lo coges entrenándote".

Además, la filosofía que marca la actividad de sus dos clubes ayuda. "El grupo del Una a Una es muy familiar y nos esperamos todas. En el Buenavista tampoco se fomenta el espíritu competitivo. La gente se junta en grupos de parecido nivel". Chechu Rubiera considera que esa es la tendencia en toda España: "Crecerá mucho el cicloturismo deportivo, tal y como lleva funcionando mucho tiempo en Franica: sin prisa, vas en bici y te paras a ver una iglesia prerrománica, por ejemplo".

Esa es la filosofía que llevó a Rosa Fernández en 2011 a impulsar Una a Una, un club "creado por mujeres y para mujeres". Cuatro años después son más de cincuenta, que colaboran a su sostenimiento con una cuota de 20 euros anuales. La montañera vio en la bicicleta un buen apoyo para recuperar su forma física tras superar un cáncer de mama. Esa lucha también la transmitió al club, que organiza una actividad solidaria todos los años.

Una a Una mezcla deporte, turismo y espíritu de convivencia. Sus integrantes se juntan todas las semanas para hacer una ruta, generalmente de montaña, y una vez al mes programan una salida de dos días que incluye dormir fuera de casa. "Tenemos rutas superguapas", destaca Rosa Fernández, que quita importancia a ascensiones tan exigentes como la del alto de La Farrapona, que completaron cuando el club apenas tenía un mes de vida. "Llegamos todas porque lo hicimos en plan paseo".

Como propietaria de una tienda de bicicletas, Rosa Fernández confirma el buen momento del sector: "Se nota en las ventas y también en el taller porque viene mucha gente para reparaciones". La innovación tecnológica también es evidente en el mundo de la bici, para sorpresa incluso de alguien tan vinculado como Chechu Rubiera. "Es alucinante todo lo que hay alrededor", dice el exciclista gijonés. "Por ejemplo, las aplicaciones para móvil con las que se puede saber quien sube más rápido un puerto en cualquier sitio del mundo, compartiendo dicha aplicación con los que han subido anteriormente. Los sensores que se ponen en las bicis para avisar cuando se acerca un coche por detrás. El mercado de las barritas energéticas, con gente en Asturias que está trabajando bien. El trabajo de los biomecánicos, la ropa, etcétera".

Como prueba del despegue del sector ciclista, un dato: en un año, de 2013 a 2014, la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) aumentó en once afiliados, al pasar de 40 a 51 empresas, con un incremento de casi el diez por ciento en la facturación. Como se puede comprobar en el gráfico adjunto, el equipamiento completo para salir en bicicleta supera los tres mil euros, aunque Rosa Fernández aclara que se puede conseguir por bastante menos: "A partir de 800 euros hay bicicletas que están muy bien. Así que todo el equipo, de nivel medio, oscila entre los mil y 1.200. Además funciona mucho el mercado de segunda mano".

Junquera sabe que las personas que salen habitualmente en bici no suelen reparar en gastos. Por eso le extraña, e incluso le molesta, que un porcentaje muy pequeño se decida a sacar la licencia de la Federación Asturiana, que preside: "Hay gente que se gasta seis mil euros en una bici y después cuestiona el precio de las licencias. Sólo lo valora el que necesita un seguro de accidentes. Porque de los 130 euros que cuesta nuestra licencia, cien son del seguro".

Rosa Fernández y sus compañeras de Una a Una prefirieron encuadrarse en la federación de montañismo, entre otras cosas porque la mayoría de sus actividades se desarrollan en ese terreno. Algo que también tiene reflejo en las ventas, ya que según fuentes del sector el 75 por ciento de las bicicletas que circulan por Asturias son de montaña, mientras que el 25 por ciento restante se reparte entre las máquinas de carretera y las de niño.

El factor riesgo también tiene su influencia, aunque en este aspecto no hay unanimidad. El escaso respeto de los conductores con los gurpos de cicloturistas que inundan las carreteras los fines de semana sigue siendo un problema de difícil solución, aunque Rosa Fernández punta que la bici de montaña "requiere mucho equilibrio y las bajadas tienen su peligro". Su compañera Natalia Martínez Pellús, que empezó con el ciclismo en ruta, considera que la clave es al prevención.

"Siempre voy con chaleco y buenas luces", dice, aunque eso no le evita más de un cabreo con conductores imprudentes: "El otro día nos pasó un coche casi rozando. Poco después paramos en un bar y me encontré a la persona que conducía. Le pregunté que por qué lo había hecho y se sorprendió, me dijo que ni nos había visto". Sin llegar al nivel del País Vasco, que es el paraíso de los cicloturistas, Asturias marca tendencia con iniciativas como Una a Una. "Ya contactaron co nosotras grupos Madrid, Galicia o Granada".

El siguiente paso, según todos los consultados, es hacer las ciudades más habitables para los ciclistas. En ese sentido, Natalia Martínez destaca las diferencias entre Gijón y Oviedo, más allá de la orografía: "Los carriles 30 no sirven para nada porque no se respetan. Hay que ir hacia carriles-bici como los del Muro".

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