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"Pusieron un vídeo mío y mis compañeros fliparon"

"Mi bisabuelo -Florentino Blanco- antes cantaba. Lo saqué de él porque ni mis padres ni mis abuelos cantan", explica la pequeña Jara Álvarez. Por eso actuará para él en las fiestas de Navidad. Tiene 10 años y lleva yendo a la Escuela de Música "Manolo Quirós", en Oviedo, desde los 8. Allí aprende a entonar con Anabel Santiago y con su inseparable amiga Elvira. Relata que, como le gustaba cantar, fue un día a probar. Desde entonces ahí está.

A pesar de su corta edad ha participado en diferentes certámenes y festivales con sus compañeras: en Rioturbio, en El Entrego, en Mieres, en La Nueva y en el concurso "Ciudad de Oviedo". "Las primeras veces me dio mucha vergüenza, pero voy acostumbrándome", afirma. En la escuela también está aprendiendo a tener tablas sobre el escenario. A perder el estatismo propio de los principiantes. Su carácter, aparentemente tímido, se transforma en cuanto comienza a cantar tonada. Entonces se la ve mucho más segura y concentrada.

A Jara Álvarez le gusta todo tipo de música. Además de cantar tonada toca el oboe. "Mis profesores me dicen que canto muy bien y me mandan cantar siempre para el Día de les Lletres Asturianes", afirma. "La que está más entusiasmada es mi profesora de Música y la de Llingua, que es la misma", añade. Sus compañeros de clase también pueden verla en la televisión cuando participa en diferentes actuaciones.

Jara también aprendió con Anabel Santiago a mejorar la respiración -"porque antes aguantaba menos", reconoce- y a vocalizar más. Sus padres van casi siempre a verla cantar. También sus abuelos. "Una vez vino también una amiga", cuenta entusiasmada.

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