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Paisajes del frío

El invierno es un tiempo de letargo, de silencio, de ausencias

Paisajes del frío

Nieve, hielo, viento. Las olas batiendo con furia contra los acantilados costeros... Son los materiales que construyen los paisajes del frío, el escenario invernal, inhóspito, de la naturaleza asturiana. Ésta es la estación más marcada, la que opone más contraste a las otras, vinculadas entre sí por transiciones que llegan a difuminar sus límites, más aun en las últimas décadas: el cambio climático tiende a unificarlas. Es un tiempo de letargo, de silencio, de ausencias. De vidas al límite y supervivencia. Blanco y gris. Aunque, con ser todo cierto, tampoco es ésa toda la verdad. También hay lugar para el bullicio, para la abundancia: aves migratorias que invernan en los humedales, en los bosques, en las campiñas... sólo la montaña respeta (aunque no estrictamente) el código de silencio, la austeridad, el desprendimiento: muy pocos seres vivos son capaces de mantener en invierno esa condición en la región de cumbres, sin refugio, expuestos a los elementos.

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