Maxi Rodríguez

Sumiller

Maxi Rodríguez

El humilde gallego

José Luis Mateo es un tipo peculiar, tiene un apego brutal a la tierra de sus ancestros y la respeta al máximo. Elabora magníficos vinos pero nunca le he visto presumir de ellos y esboza una humildad imposible de entender. Se radica en el precioso enclave de Monterrei, una comarca situada en el sur de la provincia de Orense, donde comparte vecindad con uno de los históricos de la zona y que seguro que conocen, el modisto gallego Roberto Verino que también tuvo su etapa de bodeguero.

Este lugar del interior, presenta características intermedias entre las zonas atlánticas y las de clima continental, combinando partes más húmedas con temperaturas extremas. La vid se encuentra implantada desde el valle o medias laderas hasta zonas de montaña con fuertes pendientes que son las que realmente le gustan a José Luis y de las que más orgulloso se siente.

Elabora infinidad de vinos y aun visitando su bodega es difícil ponerse en situación, pues son numerosos los depósitos, barricas y fudres que contienen diferentes elaboraciones. Ahí es donde realmente te das cuenta de la meticulosidad de este hombre que ejerce al milímetro la idiosincrasia gallega. Vinos de fórmulas infinitas como un crianza oxidativa de Dona Blanca, una variedad con la que se encuentra muy cómodo o el cien por cien ecológico Sábrego o los Gorvia Blanco y Tinto con los que empezó a forjar su leyenda. Para pasar por los Quinta Muradella Berrande de mencía, la minoritaria monstruosa blanca o fórmulas y más fórmulas parcelarias o de uvas casi inexistentes.

Los Alanda se elaboran con uvas que proceden de todas las parcelas de Pazos de Monterrei e identifican perfectamente el terroir. A pesar de sus 13 meses de barrica, no hay trazas de madera por ningún lado focalizando un vino muy equilibrado con acidez y frutas rojas. Fácil de beber y muy placentero.

Compartir el artículo

stats