Una "okupa" anciana

"Mi casa en París" se sustenta sobre tres magníficos actores

Estrenada en 2014 en el resto del mundo, llega a España "Mi casa en París", un melodrama "feel good" firmado por Israel Horovitz, que escribió en 1982 el libreto olvidado de una película olvidable de Arthur Hiller, "¡Autor! ¡Autor!" con Al Pacino. En este caso, se trata de un neoyorquino (Kevin Kline) que viaja a París para vender la casa de su padre, recientemente fallecido, y se entera de que allí vive una señora mayor (Maggie Smith) que, por las leyes francesas, no podrá desalojar. Se trata de establecer una relación de "dramedia" (ese término pedante que se usa ahora en las clases de Comunicación) entre la anciana y el señor para que este vea lo bueno de la vida y cambie sus actitudes egoístas. Bueno, nada nuevo. Incluso la dirección, planteada de forma teatral, no deja nada fuera del talento del trío protagonista. Ellos tres, los excepcionales Kline, Smith y Scott Thomas son los que llevan el peso de la película, pero ni eso es suficiente. Al final, "Mi casa en París" repite tantísimos argumentos de telefilmes buenrrollistas que no eres capaz de escaparte admirando el buen hacer de Smith, una actriz que, con "Downtown abbey", se muestra como uno de los grandes monumentos mundiales de la interpretación.

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