Gijón, Á. CABRANES

La ópera «Carmen» cobró protagonismo ayer en el escenario de la Laboral, pero en los aledaños del teatro hubo más función. El gran número de invitados de José Luis Moreno, productor del espectáculo, consiguió sobrepasar el aforo (1.300 butacas) y más de un centenar de personas, de las cuales una veintena había pagado su entrada, no pudieron disfrutar del espectáculo completo. Hubo hasta quien, pagando, se quedó de pie porque su localidad estaba ocupada por otra persona.

Ante las protestas de los afectados y el caos de la organización, Recrea tuvo que habilitar una mesa de reclamaciones para devolver a algunos el dinero y a otros encontrarles acomodo en el segundo acto. Hubo incluso sillas supletorias.

El caos comenzó media hora antes de la ópera, cuando las personas que habían pasado por taquilla debían canjear las entradas que habían comprado para el evento en el patio corintio de la Laboral. Como la representación del espectáculo estaba programada en un inicio para el patio central, el cambio al teatro (de menor capacidad) obligaba a una reestructuración del aforo. Mientras eso sucedía, quienes llegaban con invitación accedían sin pasar este filtro, aunque el «control» los esperaba a las puertas del teatro, donde se les daba un pequeño papel que indicaba su número de butaca. Las 22.00 horas marcaban el inicio de la ópera, un horario en el que las colas eran protagonistas.

Aunque al final la obra se retrasó diez minutos, hubo gente que quedó fuera. Más de un centenar. «Es una vergüenza, hemos pagado 30 euros y ahora no nos dejan pasar porque se ha iniciado el espectáculo», afirmaban Isabel Ramos y Salomé García mientras rellenaban la hoja de reclamaciones. Carmen Flórez y Claudia Arias habían gastado 50 euros: «La organización nos ha dicho que nos devuelven el dinero y que nos dejan pasar gratis al segundo acto. Nosotras nos vamos, esto es una tomadura de pelo. ¿Por qué no levantan a los que vinieron gratis? La organización es un desastre».

Vicente Álvarez Areces acudió ayer a la Ciudad de la Cultura y, minutos antes de comenzar la función, hizo balance de la oferta escénica del recinto gijonés. «Son espectáculos de gran relieve y, aunque la ópera "Carmen", en este caso, es conocida, el montaje y el elenco que traen es de extraordinaria calidad. Estamos teniendo una programación artística en Asturias, y particularmente en la Laboral, de verdadero lujo», subrayó el presidente del Principado.

En referencia a los espectáculos programados por José Luis Moreno, Areces hizo hincapié en que «este recinto es extraordinario y único, y el productor así lo ha señalado. Es una apuesta inequívoca por esta comunidad autónoma y por la Ciudad de la Cultura, para que, con el tiempo, vaya convirtiéndose en un referente a nivel internacional». Sobre la confrontación entre programaciones que se registran en Gijón entre el teatro Jovellanos y la Laboral, el Presidente quiso dejar claro que «el Jovellanos está teniendo también éxito, y creo que hay público suficiente para todo. En el futuro vamos a coordinar las programaciones para que puedan complementarse».

La representación de «Carmina Burana» en el Jovellanos de Gijón también colgó el «no hay billetes», aunque en su caso sin ninguna polémica añadida. Unas 1.100 personas pasaron por taquilla para contemplar la interpretación de la Orquesta, los coros y el Ballet de la Ópera de Esmirna (Turquía). Esta tarde el público tendrá una segunda oportunidad para vivir este espectáculo, a las 20.30 horas, aunque quedan pocas localidades a la venta y se prevé un nuevo lleno. La función, dividida en dos actos, arrancó con el preludio «Bir Kumru Malasi», interpretado por la orquesta dirigida por Tulio Galiardo Varas. La primera parte se completó con la actuación del coro, bajo el mando de Ali Hoca. El segundo acto fue dedicado a «Carmina Burana», que deleitó a los asistentes.