Gijón, Elías GALLEGO

Hace 800.000 años, seis Homo antecessor que habitaban la sierra de Atapuerca fueron víctimas de los primeros actos de canibalismo de los que se tiene constancia. Estos ejemplares son, además, los signos de población más antiguos que se conocen en continente europeo. Desde ayer, varias reconstrucciones de los restos fósiles de estos seis «humanos» pueden ser contemplados en la exposición «Atapuerca y la evolución humana». Junto a ellos, la muestra ubicada en el Antiguo Instituto de Gijón exhibe también otras auténticas reliquias del mundo de la paleoantropología, como una reproducción de la cabeza de la mítica «Lucy»; una Australopithecus afarensis de hace 3,2 millones de años, considerada la «Eva» de la Humanidad. El codirector de las excavaciones de Atapuerca Juan Luis Arsuaga, galardonado junto al resto de su equipo con el premio «Príncipe de Asturias», es el comisario de esta exposición itinerante que, desde el año 2001, ha acumulado más de 800.000 visitantes. «La exposición trata de situar los descubrimientos llevados a cabo en Atapuerca en el contexto de la compleja evolución humana.», explicó el profesor Arsuaga.

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