Oviedo, Sara ARIAS

Por primera vez un surfista bajó el Sella. El pasado sábado, coincidiendo con el Descenso Internacional, Hugo Suárez se metió en el río con su tabla y su remo entre los miles de piragüistas que participaban en la competición y también llegó a la meta. Así consiguió su propósito, casi tres horas después de salir de Arriondas llegó exultante a Ribadesella. «Estoy realmente emocionado, me he sentido como una estrella aclamada durante todo el recorrido», explicaba Suárez tras finalizar su gesta.

Toda hazaña tiene su lado positivo y su lado negativo, asegura que «el tramo de Llovio a Ribadesella fue lo peor, la corriente venía en mi contra porque estaba subiendo la marea. Todos los piragüistas volvían y yo todavía no había llegado». Pero, sin lugar a dudas, «la salida fue espectacular, todos me aplaudían», afirma.

Aunque todavía no tiene modalidad oficial en el Descenso del Sella, lo cierto es que esta disciplina del surf, conocida como SUP, (Stand Up Paddle Surfing), tiene algún punto en común con el piragüismo. Todos van remando. Pero en origen este deporte se practica en el mar. Y es en el litoral asturiano, en Llanes, donde Suárez dirige la Escuela Asturiana de Surf, donde están empezando a plantearse impartir clases de esta variante. Además, es el entrenador de la selección española de surf. Un chico con la agenda completa que saca tiempo para nuevos retos.

A pesar de sus múltiples actividades, este joven gijonés un buen día pensó: «Mira, ¿cuántos años llevo viendo el Descenso? Pues yo lo hago. Las cosas las haces o luego te quedas pensando qué hubiese pasado». Así de decidido comenzó a planear la idea a finales de abril, aunque asegura que antes del sábado 8 nunca había bajado el río.

Y es por esta razón que esperaba encontrarse dificultades durante el descenso, «tenía miedo a reventar las quillas de la tabla y a pegarme el gran trompazo, y con lo caras que son estas tablas...», explica Suárez.

Trompazo no se llevó, pero se cayó dos veces, la primera justo delante de una cámara de televisión. Y de la segunda... mejor ni hablar, «o me caía o me tiraba, los trajes de neopreno dan mucho calor», asegura el surfero.

Pese a la posibilidad de los chapuzones, pretende repetir el próximo año y, como él mismo comenta, «si puedo repito e intento convencer a más gente, porque se pasa un buen rato».

Pero no sólo tiene pensado volver a bajar el río Sella, este intrépido deportista asturiano está planteándose la posibilidad de cruzar el Estrecho de Gibraltar o el canal de la Mancha. Todo un aventurero.

«Mira, ¿cuántos años llevo viendo el Descenso? Pues yo lo hago; las cosas o las haces o te quedas pensando qué hubiese pasado»

El buen llantar asturiano es lo que le gusta; frixuelos y arroz con leche son un buen postre para el surfero.

En su nevera nunca falta la leche: «Bebo más leche que agua», afirma.

Salir de marcha ya no le va, pero en su día sí que fue fiestero, y de beber, cerveza y vino.

¿Las mujeres? Ni rubias ni morenas: «Miro el contenido, no el envoltorio».

Como deportista prefiere la pasta, pero como «gourmet» un buen pescado o carne, siempre asturiana.