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El Carmín de La Pola | La romería de Asturias

Un "todo incluido" con el transporte y un montón de cajas de sidra

Festejos quiere regular a través de un canon la entrada de bebida al prau

"Hemos venido con todo el alcohol de casa, y estaremos aquí hasta las seis de la mañana". Así relata la avilesina Naomi García su primera experiencia en el Carmín de la Pola. Una fiesta a la que acudió con sus amigas en un autobús fletado en la Villa del Adelantado.

Autobuses de toda Asturias, como este que trasladó ayer a Naomi García y sus amigas, se desplazaron al mediodía del día de ayer hasta Pola de Siero. Todos con un mismo propósito: disfrutar del Carmín por un precio asequible.

Estos autobuses han creado gran controversia en la fiesta durante los últimos años, ya que los jóvenes vienen con todo incluido, bebida y música, por lo que el gasto en el prau de la fiesta es inexistente. "No vamos a gastar nada en la Pola", comenta Cristina Fernández, procedente de Gijón. "Tengo claro que repetiré con la empresa el año que viene", añade la gijonesa.

El no hacer gasto en la carpa que la asociación de festejos tiene cada año instalada en la fiesta es la gran polémica entre los voluntarios que trabajan para sacar adelante el Carmín y las empresas que acercan esta romería a jóvenes de toda Asturias e incluso de fuera de la región. "A partir del año que viene, tenemos decidido cobrar un canon de tres euros por caja de sidra que salga de un autobús", comenta Jenaro Soto, presidente de la asociación de festejos.

"Llevamos diez años viniendo en un autobús que organiza un bar de Gijón", explica Borja Blanco. "Nos traemos nuestra propia bebida, pero vamos a bajar a cenar al pueblo, y tomaremos alguna copa más allí", añade el joven.

"A mí me parece bien que haya empresas que contraten buses para traer a gente, así la fiesta se da más a conocer", comenta Jessica Montes, que es de Pola de Siero y lleva "toda la vida" celebrando el Carmín. "Nosotras venimos con nuestra propia bebida porque no nos convence la marca que venden en el bar, sólo compramos el hielo aquí", añade la polesa.

No todos los jóvenes ven asequible el viajar a la fiesta con la oferta de alguna de las múltiples empresas, ya que consideran que es "más rentable venir en autobús o en tren por nuestra cuenta, y además así nos podemos marchar a la hora que queramos", como explica la ovetense Jessica Aparicio.

Las quejas de los jóvenes son más de carácter festivo: quieren que el prau esté más iluminado para cuando oscurezca y poder ambientar el lugar con algo de música, como se hacía antaño. Nicolás Grampa viene de Madrid a celebrar el Carmín por primera vez, y le gustaría "que hubiera más música, como en el Xiringüelu".

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