Entre tanto éxito en Las Mestas, los organizadores también deberían ser conscientes de algunas de las mejoras sustanciales que les reclaman los aficionados. "Los palcos van cumpliendo años y la gente también", señaló ayer Margarita Álvarez, refiriéndose a la ausencia de barandilla en los primeros peldaños de la escalera de acceso a la grada este, una carencia que, según los veteranos, se suma a la estrechez del espacio para los asientos y a la acumulación de suciedad en los palcos. "Es una vergüenza. Tengo conocidos que ya no vienen porque no pueden subir a sus localidades. Yo me he llegado a caer en el último peldaño", explicó Mari Luz Junquera, que lleva asistiendo a la cita con los caballos desde sus primeras ediciones. "No se puede consentir. Para los que somos habituales de Las Mestas, es algo que nos duele mucho", indicó la gijonesa, que llegó incluso a proponer que la instalación de "una silla- ascensor para que la gente impedida pueda subir a los palcos". "Ya hemos puesto dos quejas y no nos hacen caso", añadió Junquera. Luis Álvarez, también fiel seguidor del concurso desde sus inicios, se unió a las quejas y denunció la mala calidad de la megafonía de este año. "Ya no nos indican como van las apuestas", señaló el asturiano.