Hace menos de un mes que oficialmente ha empezado el invierno y las temperaturas son más bajas en el resto del año. En esta época de tanto frío, solemos cuidar con mucho mimo el rostro y el cuello, también el pelo, como te hemos contado hace unas semanas, mientras que las manos son las grandes olvidadas.

Con el frío, las manos, que están siempre en contacto con el aire, se resecan y la piel se vuelve menos suave... ¡Hay que cuidarlas!

Mejor agua templada que caliente

Resulta muy tentador lavarse las manos con agua caliente, pero para la salud de la piel es mejor modular la temperatura unos grados hacia abajo y usarla tibia. El agua muy caliente agrede la capa protectora de la piel y contribuye a la deshidratación cutánea.La importancia de la crema de manos

El secreto para sacarle provecho a la crema de manos es aplicar primero una gota de producto en el dorso de cada mano, frotar uno contra otro y luego masajearla en torno a los dedos y las cutículas. De esta forma se aplica menos crema en las palmas, donde la crema no es tan necesaria.Los guantes, los grandes aliados de la hidratación

No sólo para combatir el frío en el exterior (aunque también es esencial) sino como cura casera profunda reserva un día a la semana para aplicar una crema de manos ultra nutritiva y maximiza su acción con la ayuda de unos guantes. Dormir con ellos toda la noche refuerza el efecto reparador del tratamiento. Si no es posible, nada como permanecer con ellos el máximo tiempo posible.Las uñas, las grandes olvidadas

Las bases protectoras son un básico antes de aplicar la laca de uñas, no solo la protege, también la hidrata y las endurece.El ritual de las uñas

Las cutículas también hay que cuidarlas para que no se resequen y mantengan las manos sin padrastros, por eso es recomendable usar un aceite regenerador de cutícula.