Oviedo, Luján PALACIOS

Los asturianos cada vez viven más años, pero siguen estando por debajo de la media nacional. La esperanza media de vida de los hombres y mujeres de la región se sitúa actualmente en 79,76 años, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística, que revelan también que la media nacional es ligeramente superior, y se sitúa por primera vez por encima de los 80 años.

Aun así, los ciudadanos de Asturias son cada vez más longevos, siguiendo una tendencia siempre al alza que ha supuesto un incremento en la esperanza de vida, al crecer 4,95 años en los últimos 24 años. Las mujeres siguen estando por delante de los hombres en cuanto a esperanza de vida.

Cada asturiana que nace, según los datos del INE, podrá llegar sin problemas a una media de 83,39 años, mientras que los hombres tienen que resignarse a llegar a vivir una media de 76 años. Esto es, las asturianas viven un promedio de siete años más que los varones de la región, que son de los que tienen una esperanza de vida más baja en el conjunto nacional, ya que sólo superan a los hombres canarios, con una media de 76,09 años, y a los andaluces, con una esperanza media de 75,6 años.

Las féminas superan también ampliamente a los varones en el conjunto de la media nacional. La esperanza de vida al nacimiento en las mujeres españolas supera en más de seis años la de los hombres. El INE explica que las recientes mejoras en la mortalidad se producen a edades altas, por lo que su efecto sobre la esperanza de vida al nacimiento no es tan elevado, aunque sí indica mejoras significativas en las edades más avanzadas.

Los ciudadanos de Navarra, Madrid, Castilla y León y La Rioja son, por su parte, los que tienen una mayor esperanza de vida, dado que superan en todos los casos los 81 años. En el lado opuesto de la balanza se sitúan los andaluces, los ceutíes y los canarios, que no llegan a la media de vida de los 80 años y componen el grupo de los menos longevos del país.

La tendencia es positiva en toda España, con un incremento de las expectativas vitales de más de dos años desde 1995, y con un crecimiento sostenido desde el año 1981. Así, la esperanza de vida de las mujeres y varones de 65 años se ha incrementado en 3,2 y 2,4 años, respectivamente.

Las cifras recogidas por el INE confirman, además, el progresivo envejecimiento de la población española, con unas bajas tasas de fecundidad y un peso cada vez más importante de la población anciana, con especial incidencia en la franja de los ciudadanos más mayores.

La tendencia se agrava de manera más evidente en Asturias, con una pirámide de edad cada vez más envejecida que ocasionará a medio plazo importantes problemas para los servicios públicos del Principado, tal y como advierten los expertos.