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La patronal teme que el nexo de Podemos con CSI lleve a un auge de la conflictividad

FADE y Femetal exigen a los partidos de izquierda que impulsen la economía y "no sólo hablen del reparto social"

Los empresarios y los sindicatos UGT y CC OO coinciden en la necesidad de mantener el espíritu negociador para impulsar el crecimiento económico que permita crear empleo y, con ello, incrementar la riqueza para mantener el estado de bienestar. A los representantes empresariales les preocupa que determinados partidos de izquierda con los que viene negociando el PSOE "sólo hablan de reparto social", pero no de cómo generar ingresos que permitan mantenerlo. A esto se suma las dudas que siembran algunos colectivos ligados a Podemos y el riesgo de volver a "tiempos de confrontación en vez de diálogo" entre patronal y centrales . Las dos grandes organizaciones sindicales ya advirtieron la semana pasada de que representan al 70 por ciento de los trabajadores de la región y que el resto "son una amalgama de siglas", en referencia a la presencia de representantes de otros colectivos, como la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), en las filas de Podemos.

El temor es que se produzca en el futuro una radicalización de posturas que pueda perjudicar las relaciones sociales y económicas en el Principado, según coincidieron en señalar fuentes empresariales y sindicales.

El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Pedro Luis Fernández, explica que "si han irrumpido fuerzas nuevas en el panorama político regional será porque la sociedad lo demandaba", pero dicho esto, también indica que "los empresarios necesitamos un entorno claro, no invasivo". Y añade que "gritar cuando se está enfrente es fácil, pero gestionar implica mucha responsabilidad y exigencias, empezando por uno mismo, y trabajar mucho".

Entonces entra en materia. "En todo el debate que se ha producido hasta ahora sólo hemos oído exigencias de repartir riqueza. Pero para eso primero hay que crearla, y hay que crecer. La austeridad no nos gusta a nadie, pero lo que nos preocupa a los empresarios es que se entienda que para tener capacidad para repartir hay que tener ingresos. Y eso se hace a través de la recaudación de impuestos, que va ligado a la actividad económica. Cuanta más actividad haya más empleo se crea, más se puede recaudar y entonces se podrá repartir. Pero de momento sólo hemos oído hablar de derechos y de reparto, no de obligaciones ni de cómo impulsar la actividad económica", dice.

Guillermo Ulacia, presidente de la patronal del metal (Femetal), la sectorial más importante de la región, señala que la preocupación de la mayoría de los empresarios es que se pueda generar un conflicto de prioridades. Es decir, que "mientras para los empresarios lo prioritario es elaborar un proyecto industrial y apostar por él, por la reactivación económica y por reforzar la internacionalización de las empresas y su redimensionamiento para que sean competitivas en un mercado global, se está planteando únicamente una política de retribución interna". "Si no hacemos que el pastel sea más grande, difícilmente se podrá distribuir lo suficiente", subraya.

En opinión de Ulacia, "lo primordial es recuperar el dinamismo empresarial y hacer la región atractiva para atraer también inversores". Y otro de los factores importantes para conseguir esto es "un diálogo fluido entre los empresarios, los sindicatos y los trabajadores para que se comprenda por qué se toman determinadas decisiones". Se trata, según explica, de avanzar hacia "un escenario laboral de compartir información, no para que una parte engañe a otra, sino para entre todos avanzar hacia el mismo objetivo". Estas relaciones eran infrecuentes en España, pero ya se estaba consiguiendo implantar a través de las multinacionales. "Ahora puede haber la tentación de volver a un modelo en el que una parte tiene que ganar y la otra perder. Y eso supone un alto riesgo porque se perderían los avances conseguidos y se volverían a abrir brechas ya cerradas en las empresas", dice.

Tanto UGT como CC OO defienden la negociación y, cuando ésta encalla, acompañarla de la movilización. Ahora, según admiten algunos sindicalistas, la irrupción de Podemos en la Junta con representantes de fuerzas sindicales radicalizadas en sus filas puede llevar a la tentación de trasladar estas formas a las negociaciones en las empresas. De ahí que los líderes sindicales de ambas organizaciones advirtieran de que son "legítimamente la representación de los trabajadores" y alertaran de los "planteamientos equivocados" utilizados por Podemos cuando ligó una reunión con el candidato socialista a repetir en la Presidencia del Principado, Javier Fernández, a que recibiera a la llamada Asamblea de Trabajadores en Lucha.

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