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Maestros y discípulos YOLANDA LOZANO | Profesora titular de Física Teórica en la Universidad de Oviedo | DIEGO RODRÍGUEZ-GÓMEZ | Investigador contratado "Ramón y Cajal" | Maestros Y Discípulos

Lozano: "Perjudica que las grandes ideas tiendan a asociarse a nombres masculinos"

Diego Rodríguez-Gómez: "En EE UU el criterio de contratación es la excelencia; la meritocracia se impone a la burocracia"

Yolanda Lozano y Diego Rodríguez-Gómez, en las instalaciones de la Facultad de Geología, donde se ubica el departamento de Física. MIKI LÓPEZ

La Teoría de Supercuerdas ha atraído a algunas de las mentes más brillantes en Física donde, sin embargo, las mujeres no ocupan un lugar destacado. Se estima que son un 6% del total de personal investigador en Europa en este campo. En todo el mundo la presencia femenina en la investigación en Física se sitúa en torno al 20%. Yolanda Lozano profesora titular de Física Teórica en la Universidad de Oviedo es una de las excepciones en ese mundo de hombres. La problemática general a la que se enfrentan ellas cuando trabajan en este campo es precisamente que se trata de un área "muy competitiva que exige mucho a nivel personal", argumenta Lozano. Un mínimo de siete años de especialidad, como en su caso, desde los 27 a los 35 años, condiciona cualquier equilibrio entre la vida profesional y familiar. "Y eso a las mujeres nos afecta especialmente", opina Lozano. A su lado asiente Diego Rodríguez-Gómez, gijonés, físico teórico como su maestra, de la cantera de la Universidad de Oviedo, que ocupó otros siete años en su especialización en Princeton (EE UU) -"la meca de la Teoría de Cuerdas", indica-, Londres e Israel, en el Instituto Tecnológico de Haifa, sede del Nobel de Química Daniel Shechtman.

Diego ha vuelto a la Universidad de Oviedo con un contrato "Ramón y Cajal", una especie de pasarela para muchos investigadores españoles que después de varios "postdoc" y de recorrer medio mundo quieren estabilizar su situación en España. "El nuestro es un campo muy competitivo", cuenta el joven, donde solo quienes tienen "las mejores ideas y más rápido" son capaces de despuntar. Especializarse en Física Teórica obliga a explorar un campo "muy profundo", a juicio de los expertos, donde es necesario moverse con soltura en las Matemáticas pero también en Física de Partículas o Física del Estado Sólido. "Aquí se espera que seas capaz de contribuir a muchas cosas", subraya el discípulo.

El grupo de la Universidad de Oviedo que encabezan Yolanda Lozano y el profesor Miguel Ángel Ramos Osorio, también investigador en Teoría de Cuerdas, mantiene contactos permanentes con los líderes mundiales en esta materia. Para los profanos, la Teoría de Cuerdas, cuentan maestra y discípulo, es "la más prometedora para unificar las fuerzas gravitatorias con otras fuerzas de la naturaleza". Y añaden que resulta difícil hallar un marco teórico distinto que describa de forma tan clara todas las fuerzas. "Aquí somos un grupo de investigación pequeño, pero hemos crecido con la incorporación de Diego y un año antes con Patrick Meessen", indica Lozano.

La profesora ocupa, además, una posición de liderazgo en el marco del proyecto europeo COST The String Theory Universe, una iniciativa impulsada por mujeres que investigan en Teoría de Cuerdas y que tiene, entre sus objetivos no científicos, la misión de concienciar acerca del problema de género y de tratar de formular propuestas concretas para mejorarlo. "Parece que el nuestro, al tratarse de un campo no existen confirmaciones experimentales y se basa todo en ideas, pues nos perjudica un poco más. En general, las grandes ideas se asocian a nombres masculinos", asegura Lozano. Además de reflexionar sobre estas cuestiones, su participación en la red COST les ha permitido resolver también una de las necesidades del grupo: incorporar nuevos doctores para seguir contribuyendo al desarrollo de la Teoría de Cuerdas. "Muchas veces tienes más reconocimiento internacional que nacional o local", coinciden. Y cuando reciben la visita de alguna eminencia de su campo se sorprenden por lo reducido y las malas condiciones de su espacio de trabajo. Hubo incluso alguno que quiso propiciar una recogida de firmas para que el rector de turno atendiera esta cuestión. "Trajimos a los investigadores más reconocidos y la Universidad no pensó en darles un buen lugar", explican sobre los "muchos obstáculos" que tienen en casa. "Se prioriza a gente que lleva más tiempo pero no realiza aportaciones relevantes", añaden. Si bien, a su juicio, la política de la Universidad de Oviedo para estabilizar a los contratados "Ramón y Cajal" es adecuada, la docencia que se les asignan, en muchos casos, "no la quiere nadie", con horarios que obligan a pasar por los campus de Oviedo, Gijón y Mieres en una misma jornada.

En Princeton, la cumbre de la investigación en su campo, el criterio de contratación es la excelencia, añade Diego. "Son criterios más razonables; los recursos se reparten precisamente por la excelencia, se pasa de la burocracia a la meritocracia", indica en referencia al problema de las universidades españolas. Sus estancias en algunas de las universidades más importantes del mundo les han permitido comprobar que, efectivamente, "existe otra forma de hacer las cosas y que los recursos se reparten en base a cómo de bueno eres en lo que haces". Maestra y discípulo se encuentran, no obstante, ilusionados con el nuevo gobierno de la Universidad de Oviedo. "El rector fue vicerrector de Investigación y creemos que funcionó bastante bien. En ese ámbito de la investigación tengo bastantes expectativas para esta etapa", subraya Lozano.

Su único lamento es que no exista máster en Física. "Tenemos muy buena cantera pero cuando terminan se van a otras universidades y si son buenos los captan allí", prosigue la docente de Física Teórica que se formó en la Complutense y en la Autónoma de Madrid. Más quejas. Con Bolonia no se sigue a los alumnos como debería por la falta de personal. "En otros países los profesores cuentan con adjuntos que les ayudan en la evaluación continua", agregan. Los recortes a la investigación los superan con voluntad de trabajo -"esto es pura vocación"- y con el apoyo de proyectos nacionales y europeos como el último de Diego, que les permiten traer estudiantes de doctorado. "Nuestro material de trabajo es personal muy cualificado", apunta el joven investigador.

Los contactos en el extranjero también son fundamentales. "No se puede estar en la élite quedándote en casa", concluye.

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