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La pornografía infantil, el delito "más grave y difícil" para los policías que vigilan internet

"Hay esposas que hallan fotos en el ordenador de su marido y denuncian, pero jamás hemos detenido a una mujer" por porno de menores, dicen los agentes

La pornografía infantil, el delito "más grave y difícil" para los policías que vigilan internet

Si su tarjeta es utilizada de manera fraudulenta en la red, o si realiza una compra por internet y le estafan; si le suplantan la personalidad o las cuentas de correo electrónico; si es víctima de delitos de amenazas o extorsiones en las redes sociales, o si usted tiene conocimiento de que un menor está en riesgo por el uso de redes sociales, ellos le ayudarán. Son los siete integrantes del Grupo de Delincuencia Económica y Tecnológica de la Jefatura Superior de Policía de Oviedo. Son múltiples los casos en los que han participado y de los que se niegan a hablar. Sólo confirman que fueron los encargados de la investigación en la trama del agua, Aquagest, y que dos de sus agentes colaboraron activamente con sus compañeros de Gijón en el "caso Marea". ¿La tarea más difícil y dura? La que tiene que ver con la pornografía infantil.

El inspector Díaz está al frente de este equipo policial en el que hay abogados, economistas, ingenieros... "La formación es continua y permanente en los campos más variados, porque en este grupo caben muchos delitos, desde los de corrupción hasta los que tienen que ver con los menores y los riesgos a los que están sometidos con el mal uso de las nuevas tecnologías", explica.

A continuación se relatan algunos de los delitos que investiga el grupo de delincuencia económica y tecnológica.

Robos y estafas en la red. Los casos más habituales son los que tienen que ver con las copias y robos de datos de tarjetas bancarias con las que se realizan compras cuyos importes se cargan a la cuenta de la víctima. "Las que son de España se utilizan en cualquier otro país o continente y al revés, si se robaron en otro país, se usan aquí". Esto complica aún más la labor de la Policía, ya que para intervenir en otro país necesita una orden de requerimiento internacional, que a duras penas se conceden.

Otro dato: los ladrones procuran que los cargos no superen los 400 euros, porque así son delitos leves. "Siempre procuran no superar esa cuantía".

Las estafas en las compras por internet también entran en sus competencias. "Hay que realizar las adquisiciones en páginas que den garantías. Si son de países como Ucrania, Rusia, o China, se corre el riesgo de que se compre una cosa y no llegue, o se le entregue otra bien distinta". Otra advertencia: cuando un artículo, como unos playeros, cuestan en el mercado 180 euros y en una página web las venden por 20 euros, "ya hay que sospechar".

También se han detectado denuncias falsas, con el objetivo de que el banco se haga cargo de las cuantías. "Se detectan rápido. Ya hemos pillado varias", asegura el inspector Díaz.

Pornografía infantil. Son los casos "más duros y difíciles" para los agentes, que atienden cuatro o cinco al año. "La mera tenencia de una fotografía o vídeo de estas características ya es un delito, no es necesario que se comparta. Y mucha gente no lo sabe. Es un asunto muy serio", advierte el jefe del Grupo. "Google está muy pendiente de estos casos y cuando los detecta avisa a la Policía del país correspondiente. En el caso de España, a la Policía Judicial de la Comisaría General, en Madrid, que interviene o delega en el territorio", explica.

Otra forma es mediante la denuncia o si los agentes detectan algún caso. "Hemos tenido a alguna mujer que ha encontrado material en el ordenador de su marido y ha venido a denunciarle", asegura el inspector Díaz. "Las imágenes suelen ser muy duras y muy desagradables de ver. Hay de todo: niños pequeños entre ellos, con gente mayor...", relata. "No hay edades, ni entre los que aparecen en las fotografías y vídeos ni entre quienes los ven y los comparten. Eso sí, siempre son hombres. No conozco ningún caso de que el detenido sea una mujer".

La "sextorsión". Ya se han detectado varios casos en los que también los protagonistas son hombres. Consiste en que una chica les contacta por internet, a través de Skype. "Ella se empieza a poner ligera de ropa y lo va animando a él, que empieza también a quitarse ropa, pero sin saber que le están grabando por la cámara del ordenador", explica el jefe del Grupo. Luego viene el chantaje. "Consiguen que les agreguen a través de Facebook, y ahí ya tienen acceso a sus contactos". Y entonces empieza el chantaje, amenazando a la víctima con pasar el vídeo a todos sus contactos si no entrega el dinero que le piden. "Nosotros siempre recomendamos no pagar, y también que se tapen las cámaras de los ordenadores para que no ocurran estas cosas", indica el inspector.

El "sexting" y los menores. Es una de las grandes preocupaciones de estos agentes, que recomiendan que los padres no den a los hijos móviles con acceso a internet antes de los 15 o 16 años. "Grabar imágenes de cáracter sexual y compartirlo a través de Whatsapp es un delito penado con cárcel", alerta el inspector Díaz. "Hay que explicarle a los jóvenes las consecuencias de lo que hacen, porque lo que se pase por ese medio no hay manera de pararlo". Un problema de futuro también para la víctima, ya que esos archivos no desaparecen. A esto hay que sumar los chantajes, y el acoso al que pueden ser sometidas las víctimas. "Suele ser gente muy joven y muchas veces son los padres los que vienen a denunciar", afirma.

La corrupción. Investigar casos de corrupción figura también entre las ocupaciones del Grupo de Delincuencia Económica y Tecnológica. Fue tarea suya buscar pruebas de la presunta trama del agua del "caso Aquagest", en el que están implicados varios políticos asturianos. Además, dos de sus miembros colaboraron con los compañeros de Gijón también en el "caso Marea".

Díaz se niega a hablar de casos de corrupción, y se limita a indicar que "todo empieza siguiendo el dinero y controlando el nivel de vida de los presuntos implicados". Además, se colabora con especialistas de distintos organismos de la Administración, como la Agencia Tributaria y Vigilancia Aduanera, porque en ocasiones también hay implicaciones en blanqueo de dinero, fraude en el IVA y otros delitos añadidos.

"Tocomocho" y "estampita" . Son casos "muy frecuentes" de estafa a personas mayores y en la mayoría de las ocasiones con sus capacidades ligeramente disminuidas. "Generalmente son bandas organizadas e itinerantes, que realizan aquí varias actuaciones y se van a otro lugar", afirma el jefe del Grupo. "Muchas personas no denuncian por vergüenza de contar que se han dejado estafar, pero es que hay quienes han entregado hasta 15.000 euros a cambio de un billete de lotería falso o de un sobre de dinero que es papel".

Las empresas. La seguridad informática es una cuestión fundamental a la que muchas no dan importancia hasta que sufren un ciberataque. El año pasado se registraron múltiples casos en toda España, en Asturias también. Los más afectados fueron gestorías, despachos de abogados y pequeñas y medianas empresas.

"Les introducen virus que encriptan totalmente todos los archivos de los ordenadores y luego chantajean exigiendo dinero a cambio de desencriptarlos. Muchos pagan porque creen que cumplirán el acuerdo, pero eso no pasa", asegura el inspector. "La información es fundamental para cualquier compañía, con independencia de su tamaño, y un ataque de estas características las puede hundir".

El Grupo de Delincuencia Económica y Tecnológica de la Jefatura Superior de Policía de Oviedo no facilita datos, y los relatos son superficiales. "Tratamos información muy sensible y con investigaciones largas y difíciles, de las que no se puede hablar", se justifican. Son guardianes en red.

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