A Jairo Lorences se le ilumina la cara con una amplia sonrisa nada más subirse a lomos de "Nadine". Esta yegua de 14 años, "perfecta" para el primer día a caballo, responde con un largo bostezo: "Lo hace porque está relajada, se siente bien y ve que Jairo está muy contento y a gusto", explica la especialista en gestión de terapias con animales Coral Amorrortu. Para este joven de 15 años es el primer día de terapia asistida por caballos dentro del convenio de colaboración firmado este curso entre el colegio de Educación Especial Edes y la empresa franquina Diasdegozo-Daysofjoy.
La idea es que todos los alumnos del centro tapiego se beneficien de este proyecto, que está financiado por la asociación de madres y padres de alumnos (Ampa) y que, de momento, está dando buenos resultados: "Los chavales vienen encantados, la aceptación es total", resumen los docentes.
La orientadora del colegio, Susana Bedia, explica que la equinoterapia es una terapia complementaria a las ya existentes en el colegio y en este caso permite usar al caballo "como mediador para mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional". En este sentido, Amorrortu, la responsable del centro y formada en Terapias con Animales por la Universidad de Oviedo, añade que son muchas las ventajas que el caballo aporta, tanto en el área social y psicológica como física.
"El caballo es un animal muy sensitivo que escucha a todos los que están a su alrededor y se adapta muy bien a las personas con dificultades de comunicación", indica esta profesional, que también apunta a que muchos se sienten especialmente comprendidos con los animales porque ven "que los escuchan mejor que las personas". Además, en el área física el caballo ayuda a personas con problemas motores, ya que el paso del caballo es asimilado por el humano, lo que permite mejorar el ritmo y el movimiento.
Amorrortu explica que las mejoras tras la terapia son notables y que para muchas personas constituye un auténtico descubrimiento. "Cualquiera que sea el área que se trabaja, se notan mejoras. Se percibe siempre más relajación y que se suaviza o elimina la ansiedad. A los niños les entusiasma la actividad y además favorece la concentración y la comunicación al encontrar a alguien que les comprende de otra manera, a un igual que está ahí para ellos", apunta. Para esta profesional, el trabajo con los animales "es gratificante y maravilloso", pues permite que "cada persona que lo pruebe salga feliz y con mejoras grandes".
Diasdegozo-Daysofjoy opera en Arboces y combina el turismo activo (ofrece rutas a caballo, en todoterreno y en lancha por la comarca) con las terapias, dentro del programa "Centaaura" (Centro de estimulación neurosensorial y terapias asistidas por animales unificadas y rehabilitadoras de Asturias). Además de con caballos, la firma trabaja con perros de la raza Terranova, aunque la responsable del proyecto reconoce que por esta zona es más desconocida la terapia equina.
Es el primer centro de estas características que abre en el Occidente y para el colegio Edes la ubicación no puede ser más idónea, ya que les permite acceder a una terapia antes solo disponible en el centro asturiano. "Es perfecto", precisan. La iniciativa se desarrollará todos los jueves del curso y sirve también para que las familias del colegio conozcan el servicio y puedan, si lo desean, contratarlo de forma individual.
La instalación dispone de un picadero y de una sala de trabajo donde cuentan con un simulador, es decir, un caballo mecánico que reproduce el movimiento del animal. "Sirve para dar a conocer a la persona lo que va a sentir con el de verdad", puntualiza. Los caballos de este centro, cuenta Amorrortu, "están acostumbrados a las personas", son ejemplares mayores "que no hacen las tonterías de los potros" y dependiendo de la situación y circunstancias de cada usuario se elige un ejemplar diferente de los diez disponibles. Además, precisa la responsable, para garantizar la seguridad, especialmente de los más pequeños, disponen de un sistema de seguridad inventado por un asturiano y bautizado "Pulliter". "Sirve para que nunca te puedas caer del caballo, pero si el caballo cae, entonces el sistema se abre automáticamente", precisa la terapeuta.
En el caso de los alumnos de Edes, tras pasar por el simulador prueban la monta con "Nadine", una yegua "con un paso muy claro y muy buena para el primer día". En la última sesión "Nadine" compartió protagonismo con "Tintín", un pony que dejó prendado al pequeño Kair Susana. En general, la experiencia ha cautivado a todos los alumnos de Edes que ya han pasado por Arboces: "Está gustando mucho y todos vienen encantados", explican los docentes que acompañaron al grupo del último jueves.
